Me afilié al Partido Socialista en 1985. En 1999, formé parte, por primera vez, de una candidatura pública y me convertí en concejala del Ayuntamiento de A Coruña. Desde aquel momento la política local me atrapó y siempre supe que era el lugar al que querría volver. Por ello, cuando en 2014 gané las Primarias en la Agrupación Socialista Coruñesa y me convertí en la candidata a la Alcaldía recorrí ese camino con alegría y mucha fuerza, pese a que los vientos no eran favorables para el socialismo. La campaña es un tiempo vertiginoso en el que cada día parece eterno cuando amanece pero pasa ante tus ojos casi sin darte cuenta. Te cansas, te ilusionas, te vienes abajo, pero para mí, aquel 2015 será siempre uno de los mejores recuerdos de mi vida política. Lo teníamos casi todo en contra: el socialismo pasaba por su peor momento en la democracia „había quien nos auguraba un destino como el del Pasok„, presupuesto prácticamente cero y escaso el apoyo que podían prestarnos desde otras instancias. Así que tiramos de lo que teníamos: capacidad de trabajo, ganas y un grupo de personas dispuestas a dar la batalla. Durante meses recorrimos cada esquina, cada barrio, cada rincón de la ciudad. Visitamos comercios, empresas, clubes deportivos, colegios? No creo que haya entidad ni colectivo con el que no nos hayamos reunido. Escuchamos, reflexionamos, debatimos, propusimos. Trabajamos mucho y bien. Y sacamos un mal resultado. En política, como en la vida, casi nunca puedes elegir el momento que te toca vivir y sólo puedes intentar vivir y gestionar lo mejor posible el momento que te toca. De cualquier manera, fue un mal resultado. Pero cuando miro atrás sólo siento orgullo y un enorme agradecimiento. Por todas aquellas personas que, en el peor momento para el PSOE, decidieron dar la cara y acompañarme en la candidatura; excelentes compañeros de viaje que dieron lo mejor de sí, sin dudarlo ni un instante. Por las decenas de militantes que durante semanas salieron a la calle y recorrieron la ciudad con nosotros, apoyando, respaldando cada día sin ahorrar esfuerzo. Y por los miles de votantes que, en un tiempo ciertamente oscuro, apostaron por nosotros. ¿Me habría gustado otro resultado? Naturalmente. ¿Me habría gustado ser alcaldesa? Por supuesto. Pero me quedo con el cariño, la emoción, las risas y la complicidad de aquel momento. Me quedo con los abrazos, las rosas y el orgullo de aquella chica que en el 85 se afilió a un partido y tuvo el privilegio de ser candidata en su ciudad. Eternamente agradecida.

Fue concejal y candidata del PSOE a la Alcaldía en las elecciones municipales de 2015