Pese a que las encuestas situaban al PSdeG de Lugo como la fuerza más votada, Lara Méndez tendrá que trabajar en el pacto con el BNG para poder continuar otros cuatro años al frente de la Alcaldía para que sus ocho concejales y los cinco del Bloque sumen la mayoría absoluta marcada en 13. No se repetirá el tripartito porque Lugonovo perdió sus tres ediles y no tendría representación. La formación cedió esos tres puestos al BNG liderado por Rubén Arroxo, que obtuvo tres concejales más que los dos de las municipales de 2015 y suma cinco colocándose como tercera fuerza. El PP de Ramón Carballo vuelve a ser la formación más votada y logró 10 asientos, uno más que los que sumó Jaime Castiñeiras en los comicios de hace cuatro años. Y sería a costa del de Alternativa Cidadá de Esquerdas que también se queda sin su edil y, al igual que Lugonovo, no contará con representantes en la corporación lucense. Los socialistas mantienen los ocho asientos de las locales de 2015 y Ciudadanos sus dos concejales.

El Partido Popular mejora sus resultados y además de ser la lista más votada se hace con casi el 32% de los votos rozando las 15.000 papeletas, casi la misma proporción que hace cuatro años pese a perder un centenar de apoyos.

La socialista Lara Méndez no rentabiliza el efecto Pedro Sánchez aunque, por lo menos retiene sus ocho concejales. Pero también perdió votos en los comicios de ayer, pasando de casi 14.000 papeletas y el 30% de los votos en 2015 a 12.000 votos en la jornada de ayer, lo que supone un 26% de los apoyos. Méndez se convirtió en la primera alcaldesa de Lugo en junio de 2015 tras la renuncia de Xosé López Orozco, que en aquel entonces estaba salpicado por las tramas de corrupción „causas que luego se archivaron„ y tuvo que renunciar a su acta de concejal tras 16 años en la Alcaldía para favorecer un gobierno de izquierdas. La actual alcaldesa se enfrentaba ayer por primera vez a las urnas y aunque mantuvo los ocho concejales no consiguió arrebatarle el primer puesto al PP y convertirse en el partido más votado como pronosticaban los sondeos.

Lugonovo, la coalición de Anova y Compromiso por Galicia que irrumpió con fuerza en 2015 colocándose como tercera fuerza y fue la llave del gobierno tripartito en Lugo fue la más perjudicada en las votaciones de ayer. El exconcejal del BNG Xosé Chorén, que lideraba la candidatura de la coalición Lugonovo-Mareas locais en esta ocasión obtuvo apenas un 3% de los votos con unas 1.540 papeletas, ocho puntos menos que en los anteriores comicios.

La otra cara de la moneda la representa Rubén Arroxo, que si ya en las últimas locales había aguantado el tipo a pesar de perder el tercer puesto, ayer recuperó el podium y consiguió un 90% más de apoyos, al pasar de 4.000 a más de 7.700 votos. Carlos Portomeñe, que volvió a presentarse como candidato de Alternativa Cidadá de Esquerdas (ACE-EU), perdió su acta de concejal al recibir un millar de votos menos y quedarse con poco más de 1.200.