Entrevista | José Ramón Rioboo Candidato del PSOE y alcalde de Culleredo

“La parálisis del PXOM fue una oportunidad para que vecinos siguieran construyendo”

“Arteixo, Oleiros... los concellos que avanzan, avanzan con mayorías”

José Ramón Rioboo.

José Ramón Rioboo. / | // VÍCTOR ECHAVE

¿Cómo va la campaña?

Bien. Estamos llenando de vecinos todos los actos electorales. La gente entiende perfectamente lo que fue esta legislatura, marcada por la pandemia. Veo mucho feeling.

¿Repetirá mayoría absoluta? Si no, ¿qué pactos y líneas rojas baraja?

El tema de la mayoría absoluta no es una cuestión de ego, es una cuestión que yo creo que es necesaria para continuar moviendo la maquinaria del Concello. En estos momentos Culleredo tiene proyecto, Culleredo está moviendo muchísimos proyectos, y el no tener una mayoría absoluta supone un retraso. Hay que establecer acuerdos con otras formaciones, muchos proyectos a lo mejor no los quieren realizar o incluso los votan en contra, como sucedió mayoritariamente en esta Corporación. Entonces, me da pena por Culleredo que no haya un Gobierno con mayoría que pueda continuar el avance de Culleredo. Supondría un atraso muy similar al de la pandemia.

De no ser así, ¿preferiría un pacto que gobernar en minoría?

Yo no contemplo ningún escenario en estos momentos que no sea continuar gobernando con mayoría y creo que los ciudadanos lo entienden perfectamente. Arteixo, Oleiros... los concellos que avanzan, avanzan con mayorías.

¿Sus principales propuestas?

Siempre mantener los servicios básicos en bienestar social, esa es nuestra premisa principal. Cuando planificamos los presupuestos siempre tuvimos en cuenta que cualquier necesidad en ayuda social, en bienestar social, iba a ser prioritaria, y a partir de ahí seguir proyectando cultura, deporte, ocio, ayudas a nuestros colectivos sociales. Y seguir proyectando la transformación de nuestras calles, no solo en el ámbito urbano, donde estamos haciendo mejoras importantes en Vilaboa y Fonteculler, sino también en el rural. En año y medio el 70% de las calles estarán renovadas. Poner en valor los núcleos de Orro, Boedo, Bregua. En Bregua vamos a invertir 500.000 euros. Nos dicen: “Pero si ahí viven 20 vecinos”. Pero es que me da igual. Esa zona hay que ponerla en valor.

El retraso en las licencias fue una de las principales críticas del mandato. ¿Está atajada?

Es una cuestión eminentemente burocrática, ajena a la gestión del gobierno. Las administraciones se rigen en las contrataciones por unos requisitos muy concretos, esto no es una empresa privada. Y la verdad es que nos vimos abocados a una parálisis, al no tener personal cualificado en Urbanismo. Ahora tenemos un arquitecto, una asesora jurídica, una aparejadora y personal que trabaja a destajo. Y estamos a muy buen ritmo.

Otro de los grandes asuntos pendientes es el plan general.

El verdadero motivo de la parálisis fue que la dirección del plan lo informó curiosamente en contra.

¿Los técnicos municipales?

Los técnicos municipales, el propio director del plan consideró informarlo en contra. Y nos vimos sin personal dentro del área de Urbanismo que pudiera hacer un informe exhaustivo para tratar de contrarrestar. Pero eso fue una oportunidad porque sí es cierto que el nuevo plan general, siguiendo siempre las directrices de la Ley del Suelo, es mucho más restrictivo en el ámbito rural. Eso sí que los supimos explicar por las diferentes parroquias y de ahí que en muchos casos hubiera una demanda de licencias importante.

¿Antes de no poder construir?

Fue una oportunidad para que vecinos que iban a construir su vivienda con este plan del 87 lo pudieran seguir haciendo. A muchos que tenían finca en urbano se les dijo: “Ojo, mirad el plan general actual, comparadlo con el nuevo, porque hay fincas urbanas que van a pasar a rústicas. Entonces, si podéis, pedid la licencia ya”. Y así lo hicieron.

Y el gobierno fue riquiño y tampoco apuró mucho…

[Ríe] Bueno, hombre. El plan general hay que tener en cuenta que es para los vecinos y las vecinas. Tenemos que, efectivamente, adaptarlo a lo que es la realidad y la idiosincrasia de nuestro municipio, que parte del entorno rural. El urbano prácticamente está construido y no es lo que más me preocupa, sino que los vecinos del rural tengan su casita. No obstante, no se puede esperar más y efectivamente hay que aprobarlo de inmediato. Entre este año y el que viene tiene que estar aprobado.

¿Y se podrá?

Sí, este verano los técnicos municipales, el cometido que tienen en el área de Urbanismo es...

Ya pasadiñas las elecciones...

Examinar los informes que había.

¿Que es lo que más le preocupa de lo que quedó sin hacer?

Algunas infraestructuras demandadas por los vecinos, como la piscina. Ya tenemos todo el desarrollo de donde va a ir, en el entorno de la Cros. Y la del rural, en el entorno de la ciudad deportiva en A Garrocha. En 2025 podemos tenerlas. Y obras que se retrasaron por una pequeña mano negra de la Xunta.

¿Se pone fin en la Alcaldía o puede alcanzar los 33 años de Sacristán?

Me quedan 15 para jubilarme, o sea que… Yo tengo claro que a los 65 no voy a estar en activo en nada.

¿Y a los 64 va a estar de alcalde?

Y a los 64… pues no lo sé. Primero vamos a a pasar el filtro…

Pero no lo descarta.

Estamos introduciendo muchísima gente joven. Es una oportunidad preparar al candidato del futuro. En este mandato, en plenos a los que no pude venir porque tenía visitas a Madrid o actos como diputado, el Concello funcionó perfectamente.

Se le ha acusado de priorizar la Diputación sobre el Concello.

El único que me acusó de priorizar el Ayuntamiento y la Diputación por encima de todo fue mi familia. La dedicación al Ayuntamiento fue total y absoluta.