Silvia Alonso : "Hay otras formas de cumplir condena. El objetivo es incrementar el régimen abierto"

-Las cárceles de Galicia, y en concreto la de Teixeiro, es de las más saturadas de España. ¿Qué medidas se están adoptando desde Instituciones Penitenciarias para aliviar esta masificación?

-Teixeiro no es de los más saturados de España. Su capacidad, como a veces se transmite, no es de mil personas, sino que hay 1.008 celdas, las cuales pueden estar ocupadas por dos personas, y están preparadas para ello. Si bien es deseable una menor población, también es cierto que el conjunto de la población reclusa se mantiene estable, y que en el primer semestre de 2010 ha crecido a un ritmo menor que en el mismo periodo de 2009. Para aliviar la situación se han adoptado medidas como el plan de infraestructuras, con el que se crearon nuevos centros en España y para 2011 se prevé la apertura de otros tres (en Murcia, Las Palmas y Menorca) y hay más proyectados. Además se ha potenciado el régimen abierto, siempre con responsabilidad, en personas que por su evolución lo merecen. Por otro lado hay que tener en cuenta que el incremento de la población depende de muchos factores, de los que muchos no dependen de Instituciones Penitenciarias, como son reformas penales.

-¿En qué medida ha aliviado la situación la apertura del CIS de A Coruña?

-Cuando se abrió el CIS estábamos en una población de casi 1.700 internos dependientes de Teixeiro, mientras que hoy hay 1.417. Claramente ha habido un descenso, mientras que por ahora no ha habido un nuevo incremento de internos por traslados de otros centros para cubrir esa diferencia. Además es muy importante para esas personas poder cumplir un régimen de semilibertad en un centro destinado a ello, y con una situación geográfica que facilita más la integración.

-¿Qué porcentaje de los internos en Teixeiro cumple condena en régimen abierto?

-Al existir un CIS independiente en la provincia, donde son destinados los terceros grados, hace que las cifras de los que están en ese grado de clasificación de nuestro centro no sea reflejo de cuántos han pasado desde aquí al régimen abierto. La media nacional de régimen abierto es del 13% aproximadamente. El objetivo tanto en este centro, como a nivel general, es incrementarlo. El régimen abierto es otra forma de cumplir la condena, y en la que se pueden incluir muchos internos, además de que se está demostrando que el nivel de fracaso , y por tanto de regresiones, es bajo

-La sobresaturación ¿se traduce en conflictividad, como denuncian los sindicatos?

-Actualmente el nivel de población en este centro se ha reducido. En cualquier caso, si bien siempre es más difícil trabajar cuantos más internos hay, eso no significa que haya un alto grado de conflictividad. Siempre es conveniente disponer de más funcionarios, pero los conflictos son puntuales, y la mayoría de los internos mantiene una conducta normalizada. Los funcionarios hacen un gran trabajo, y complejo, con profesionalidad, y eso logra mantener la seguridad.

-¿Cuál es el perfil del preso de hoy en día?

-La población reclusa es mucho más heterogénea de lo que la gente piensa. Delito no es sinónimo de marginalidad. Sería conveniente eliminar tópicos y prejuicios hacia los internos, son de todas las clases sociales, origen, edad, ? Son un ciudadano más, no algo ajeno al resto de la sociedad. Y eso es algo que cuando personas no vinculadas a la institución visitan el centro, se dan cuenta. Los delitos más habituales son contra la propiedad y contra la salud pública (tráfico de drogas). La media de edad ronda los 35-40 años. El interno medio sería un interno en segundo grado, y con conducta adaptada.

-¿La situación de crisis ha aumentado el número de reclusos?

-No podemos afirmar que a día de hoy haya una relación directa entre la población reclusa y la crisis. Los incrementos en determinados delitos se han notado anteriormente, por las reformas legales, en delitos de tráfico y delitos de violencia de género. Por tanto, por motivo distinto a la crisis.

-¿Son suficientes los módulos ocupacionales que se ejecutan actualmente en los penales gallegos?

-Los módulos respeto o módulos convivenciales han supuesto un cambio importantísimo en la institución , en la forma de cumplir condena. Se ha conseguido crear unos espacios en los que se ha dejado de lado la típica subcultura carcelaria para sustituirla por lugares donde priman valores de convivencia y respeto, donde no hay conflictividad, la actividad es continua, y donde se fomentan hábitos positivos. Lo que además obviamente mejora su calidad de vida. Son una realidad comprobable a día de hoy en muchos centros españoles, su éxito es una realidad, y ese es el futuro de la institución. A este modelo además se añade el de los módulos terapéuticos, más orientados al tratamiento e drogodependencias. Es el camino a seguir y deben extenderse.

-¿Son más los que logran reinsertarse al salir de prisión o los que vuelven a delinquir?

-En la reinserción o reincidencia influyen muchos factores, y no todos son relativos a la institución penitenciaria, sino que una vez en libertad hay toda una serie de circunstancias que se pueden presentar en la vida del interno que influirán en lo que ocurra: situación familiar, situación laboral, entorno al que vuelva? Hay personas que reinciden, y hay otras que logran dar un cambio a su vida o sencillamente no volver a cometer el mismo error que le llevó a delinquir. Para nosotros no es una cuestión de cifras, sino que durante su tiempo en prisión debemos darles las herramientas y las oportunidades para que mejoren, para suplir esas carencias y problemáticas que provocaron que cometieran delitos. Hay que trabajar siendo realistas, sabiendo que no es fácil, pero al mismo tiempo creyendo que todos pueden lograr la reinserción.