El CGPJ estudia por qué el cura de San Rosendo aún no entró en prisión

El cura Benigno Moure está condenado a cinco años de cárcel y a cinco de inhabilitación pero hasta el momento no ha recalado en prisión. Tampoco deja la presidencia de la Fundación San Rosendo en cuya sede presentó, públicamente en diciembre pasado, los presupuestos y proyectos para el año 2011. El sacerdote, condenado por la Audiencia con la ratificación del Supremo tras apropiarse de cerca de 600.000 euros y del patrimonio de una anciana incapacitada que residía en uno de sus geriátricos, se aferra a la posibilidad de un indulto pendiente de resolver que, mientras se tramita, le ha permitido postergar el cumplimiento de la pena. No obstante, una queja por la demora de la ejecución ha movido al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) a pedir información a la Audiencia Provincial de Ourense sobre su modo de proceder.

En octubre finalizó el plazo de un año decretado por el tribunal ourensano para la suspensión de la condena contra el cura. Así se adoptó atendiendo a las demandas del abogado de Moure. El letrado enarboló, primero, un informe forense que desaconsejaba el ingreso en la cárcel del sacerdote, de 79 años, por sus dolencias crónicas y una aparente incompatibilidad para la vida en prisión: "el uso ocasional de pañales que podrían causar alteraciones en las relaciones con otros internos", recogía el citado informe. Después, el abogado cursó la solicitud al Gobierno de un indulto que, más de año y medio después, continúa en compás de espera.

César Vázquez, el sobrino y heredero de la anciana estafada que sólo ha recibido por ahora el dinero apropiado, remitió una queja al Consejo General del Poder Judicial tras urgir sin resultado, el pasado mes octubre, que al haber vencido el plazo de suspensión llegaba la hora de traducir la condena contra Moure del texto jurídico a la práctica.

El órgano rector de los jueces confirmó el 19 de enero que se admite a trámite su queja.