Liñares: "Orozco convence, pero engaña"

De ser la mano derecha del alcalde de Lugo, el supuesto cerebro de la trama de cobro de comisiones a cambio de concesiones municipales en Lugo, Francisco Fernández Liñares, pasó a poner en duda sus promesas y su gestión al frente del Concello. "Orozco convence, pero luego engaña y no cumple", cuestiona el exconcejal de Urbanismo, imputado por cohecho, prevaricación, blanqueo y tráfico de influencias. Este comentario lo hace durante una conversación telefónica, recogida en el sumario de la operación Pokemon, en la que habla de Miguel García Gesto, su socio en Artenosa, la empresa concesionaria de la publicidad en los autobuses de Lugo y a la que supuestamente Liñares benefició con 400.000 euros. Para el que había sido número dos de Orozco, Gesto es igual que el alcalde: "Habla de tal forma que te convence y luego te das cuenta de que te engaña y no cumple lo que dice".

En esa etapa de estrecha relación entre alcalde y teniente de alcalde -hasta el punto que algunos testigos relataron a la juez Pilar de Lara que lo que decía Liñares "iba a misa"- ambos compartían impresiones sobre la forma de hacer política, hasta el punto de coincidir en su apoyo al "caciquismo moderno". "Un cacique es ahora un gestor en la cercanía (...) Vamos a gestionar la cercanía", dijo Liñares a Orozco según recoge una conversación grabada en el marco de la operación Pokemon.

Otra de las conversaciones en la que Liñares manifiesta su desconfianza en el alcalde de Lugo es cuando habla con otro interlocutor sobre la contrata de autobuses urbanos. En esa llamada, un directivo del grupo Avanza, llama al concejal para "darle un poco de marcha" al cambio de firma del bus urbano -en manos de Monbus- "organizando una nueva reunión con el alcalde". Tras el compromiso de Liñares de hablar con él al día siguiente, en una nueva conversación le dice que "el tema se tratará la semana que viene" pero que "el problema es que el alcalde de echa mucho optimismo a las cosas".

El distanciamiento y la desconfianza entre Liñares y Orozco se recrudecieron a medida que las aspiraciones políticas del primero se vieron truncadas. Testigos relataron a la juez De Lara una tensa escena que simboliza esta ruptura. Y no solo entre ellos dos, sino también entre Liñares y el ahora secretario xeral del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, a raíz del nombramiento de este último como presidente de la Diputación de Lugo.

Un policía local declaró ante la instructora de la investigación que Liñares aspiraba a ser presidente de la Diputación y que la tensión entre Orozco y Liñares se remonta a 2007, año el que Besteiro relevó a Francisco Cacharro Pardo (PP) al frente de la corporación provincial. Liñares, que caminaba en dirección contraria por el centro de Lugo con el alcalde y más ediles, le dijo: "Parece que vas muy contento". A lo que añadió: "Pero, bueno, arrieros somos y en el camino nos encontraremos porque voy a estar aquí tanto tiempo como tú".

La juez sospecha que la empresa asturiana Cechalva pagaba supuestamente 2.000 euros a Liñares y a Orozco a cambio de resultar adjudicataria en el servicio de la grúa municipal. Pero el entonces número dos del alcalde de Lugo no solo cobraba en metálico, según revelan los pinchazos telefónicos. Las conversaciones sobre la supuesta trama de sobornos y enchufes destapada por De Lara, revelan que Liñares, alias Garbancito, también lo hacía en especie. De algunos conocidos empresarios recibía conejos y perdices, tal y como recogen las escuchas telefónicas de la operación Pokemon. En una llamada de noviembre de 2011, pregunta el interlocutor (Daniel) a Liñares: "¿Usted a qué hora sube para allá?". A lo que le responde: "Salimos a las dos de aquí". Y Daniel finaliza: "Así le llevaba eso y también unos conejos y unas perdices, allí, al empalme".