Síguenos en redes sociales:

¿Por qué no?

¿Por qué no?

Si no hay playa, no hay arrastre. Nosotros no podemos ir a la zona de rocas, donde otras flotas pescan incluso especies que están en pleno desove. El arrastre, por tanto, tiene una acción muy limitada en ese maremagno catastrófico que nos adjudican. El arrastre es tan malo como cualquier otro arte. El problema radica en si ese arrastre, como hacen algunos barcos portugueses, se complementa con el tren de bolos, que arrasa allí donde pesca".

Me lo dice un patrón de pesca convertido en armador de varios buques arrastreros cuya actividad se desarrolla en el caladero nacional Cantábrico Noroeste. Y lo ratifica en buena medida el profesor Ray Hilborn, de la Escuela de Ciencias Acuáticas y Pesqueras de la Universidad de Washington, reconocido como un peso pesado mundial en la ecología marina.

Hilborn participó en la III Conferencia Internacional ARVI, celebrada recientemente en Vigo, donde demandó un mayor conocimiento de los ecosistemas profundos y la alta sostenibilidad de los índices de abundancia de las especies de larga vida para que, como publica la revista Pesca Internacional, puedan ser capturadas con el menor esfuerzo posible.

El profesor Hilborn es rotundo al afirmar que "los hábitats realmente sensibles son generalmente muy escasos en las áreas donde se pesca con arrastre y deben ser identificados y protegidos".

Un científico y un patrón de pesca opinando de forma muy similar y en contra, de alguna manera, de aquellos que acusan al arrastre de todos los males habidos y por haber en los fondos marinos. La sostenibilidad de la producción pesquera va de la mano de aquella que, necesariamente, ha de producirse en los distintos stocks de los que se nutren las diferentes poblaciones del mundo. Porque, de no existir el arrastre, hay especies marinas a las que el ser humano se vería obligado a renunciar porque solo podrían capturarse mediante el arte de arrastre. Y de estos son conscientes tanto los arrastreros como los otros artes que inciden -como es normal- en el estado de las pesquerías.

Es evidente, como destaca el profesor Hilborn, que algunos hábitats son sensibles al arrastre, "pero la mayor parte no", dijo en Vigo.

Si es así, cabe suponer, el arrastre tiene sentido cuando es utilizado en las condiciones debidas.

Pulsa para ver más contenido para ti