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Alfonso Pérez Soto Directivo coruñés, vicepresidente ejecutivo de Warner Music Group para Europa del Este, Oriente Medio y África

"Fui la segunda persona que escuchó la canción 'Labios Compartidos' de Maná"

"Un artista de primera línea se adapta a las tendencias. Madonna genera audiencias entre la juventud" - "Fuimos capaces de remontar una caída libre y resurgir"

"Fui la segunda persona que escuchó la canción 'Labios Compartidos' de Maná"la opinión

Lo suyo era el derecho ambiental y no tenía intención de abandonar Galicia, pero empezó a "arrastrar la maleta por el mundo" hace 20 años, tras su entrada en Nokia, donde ocupó varios cargos directivos, y acabó dedicando su carrera profesional a la industria discográfica en dos de las principales compañías del mundo. Se estrenó en Universal y, a día de hoy, Alfonso Pérez (A Coruña, 1971) cuenta con una trayectoria de más una década en Warner Music Group, donde el pasado agosto se convirtió en vicepresidente ejecutivo para Europa del Este, Oriente Medio y África.

Su misión consiste en abrir nuevos mercados y modelos de negocio, pero el éxito, apunta, "no solo depende de cuestiones financieras". "Buscamos la felicidad de los artistas, son el motor y el corazón de nuestra actividad. La ventaja de trabajar en esta industria es que formas parte de algo que te trasciende. Dentro de 300 años, los móviles serán artilugios que veremos en fotos como hoy la máquina de vapor. Pero algunos músicos y canciones perdurarán en el tiempo y se continuarán escuchando. Y esto es algo muy enriquecedor", destaca.

Seguidor "a muerte" del Dépor, luce en el despacho su camiseta de la selección gallega de rugby. "No es fácil irse y el amor a la tierra siempre permanece. Estoy muy orgulloso de llevar su nombre allí donde voy", declara.

Alfonso estudió Derecho en su ciudad natal, hizo sendas estancias con becas de cooperación en Colombia y Brasil y Nokia lo fichó en el 98, poco después de regresar a España tras un año de formación en Harvard. Allí había conocido a su futura esposa, una cubana-americana de abuelos asturianos y, tras diferentes destinos, se establecieron en Miami, donde siguen residiendo junto a sus dos hijas.

Universal Music se fijó en él mientras cursaba un máster en la Universidad de Miami y dio el salto. "Les interesaba la vinculación entre mis conocimientos de Derecho y de tecnología. Me despedí un viernes como becario y volví el lunes como responsable de negocio para Latinoamérica", recuerda.

Después de tres años, Warner lo fichó en 2005 como vicepresidente de desarrollo de negocios para América Latina y los mercados hispanos en Estados Unidos. Y solo abandonó esta industria para trabajar como directivo de Telefónica durante un año hasta que la discográfica lo recuperó con "un proyecto muy ilusionante" que sumaba a sus anteriores territorios España y los mercados emergentes.

Desde hace unos meses, Alfonso es el responsable de la expansión de la compañía en unas regiones que suman 3,5 billones de habitantes y que se incorporarán al mercado de la música en los próximos años vía streaming gracias a la penetración de los smartphones y las redes móviles. "Y además hay un talento increíble. India es más conocida a través de Bollywood pero en África, además de música étnica, hay artistas urbanos y electrónicos muy buenos que empiezan a tener un impacto muy grande no solo en sus territorios, sino también en Francia y Reino Unido", señala.

Él ha vivido en primera persona el resurgimiento de un sector que parecía condenado: "Cuando estaba en Universal fui la primera persona que hizo negocios digitales en toda la región latina, incluyendo España. Pasamos de vender discos a una industria digital y asociada a las nuevas tecnologías. Fuimos capaces de remontar una caída libre y resurgir. Llevamos varios años de crecimiento y hoy somos probablemente la más saludable dentro del entretenimiento. El consumo a través del móvil hace que la música sea el contenido al que más horas dedican los usuarios. Y en cuanto las redes se integren en mayor medida en el automóvil darán el salto otras generaciones. Y seguimos en movimiento con la alta definición o la realidad virtual".

También han cambiado las fórmulas para descubrir talentos o garantizar el éxito. "Puede haber honrosas excepciones, pero la oferta es tan grande que la televisión ya no es un vehículo para generar tendencias, sobre todo en los países de más hábito y conducta digital. Y estar en Spotify o Apple Music supone más impacto que las listas de éxitos radiofónicas", comenta.

Aún así, la esencia se mantiene: "Puedes buscar artistas a través de las redes, pero el talento siempre es el talento. Lo principal es la calidad. He visto músicos sin redes extremadamente geniales. Y otros que se movían muy bien en ellas".

Y si a la calidad se añade el carisma y una buena gestión de audiencias y medios se llega al artista con mayúsculas. Y Warner tiene unos cuantos, desde Madonna, Iron Maiden, Coldplay, Bruno Mars o Ed Sheeran a estrellas más recientes como Dua Lipa y, en España, a Alejandro Sanz o Luz Casal. "Un artista de primera línea sabe adaptarse a las tendencias. La gran virtud de Madonna es su capacidad de seguir generando audiencias entre la juventud, pues entre los 25 y 30 años está el consumo masivo", explica.

De las experiencias vividas, Alfonso destaca, entre otras, el tiempo compartido con la banda mexicana Maná: "Es un grupo increíble. Fui probablemente la segunda persona que escuchó la maqueta de Labios Compartidos en el estudio de Miami Beach y unos meses después era un éxito mundial. En España he trabajado con Pablo Alborán, excelente profesional y buena persona. Y en Latinoamérica fue muy importante el proyecto con Anitta, la Rihanna de Brasil".

Respecto a sus gustos personales, Alfonso opta por la diversidad: "Me gustan los artistas de mi generación, pero también cosas nuevas de diferentes ritmos y países. Últimamente escucho música urbana en polaco y el rock ruso me ha gustado mucho. También me encanta la música árabe. Hay que escuchar sin prejuicios".

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