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La reforma de viviendas repunta un 20% tras el confinamiento durante la pandemia

Esto ha propiciado un aumento de la actividad de las promotoras y de los profesionales de oficios | Las inmobiliarias diversifican su negocio para incluir este servicio en su oferta

La reforma de viviendas repunta un 20% tras el confinamiento durante la pandemia

Pese a los pronósticos pesimistas que acompañaban a la pandemia, el sector del ladrillo vive un momento dulce. De tanto tiempo que han pasado en casa, los gallegos se han planteado nuevas maneras de vivir. Y quienes no se han lanzado a comprar viviendas más amplias, con terraza y jardín y lejos del centro de las ciudades, han optado por mejorar las condiciones de su hogar. O ambas cosas pues, al final, en un mercado inmobiliario inquieto, la demanda de trabajos de reforma de viviendas ha aumentado un 20% desde que el pasado junio terminó el confinamiento más severo, según fuentes del sector.

Se reforman cocinas, baños o tejados, explica Benito Iglesias, presidente de la Federación Gallega de Empresas Inmobiliarias (Fegein). También humedades tan propias de las viviendas de la comunidad, añade Alejandra García, técnica administrativa en la empresa de construcción Sorey&Alonso. “La mayoría de la gente está buscando abrir espacios para tener zonas amplias, sin pasillos, con mucha luz”, sugiere la directora de producción de la empresa de diseño y reformas Gespronor, Ana Jardón, en referencia a esa tendencia a emular el estilo de hogar propio de los países nórdicos.

Los gallegos reforman sus residencias habituales, ahora ubicadas principalmente en la periferia de las principales ciudades. Y todo ello no solo ha estimulado la actividad de las promotoras. El empuje ha sido tal que las propias inmobiliarias han visto una buena oportunidad para incluir el servicio de reformas dentro de su oferta. Jardón asegura que la demanda de reformas era intensa antes de la pandemia. Ahora, apunta, son más profundas, “se alargan más en el tiempo y tocas más elementos”. En consecuencia, los presupuestos también son más elevados.

Todo ello ha supuesto un revulsivo para el sector de la construcción. Los profesionales de oficios como fontaneros, electricistas, carpinteros escayolistas o albañiles entre otros, han visto cómo sus agendas se apretaban cada vez más. “Hacía tiempo que no recordaban una carga de trabajo igual, es empleo local y de pequeñas empresas”, incide el presidente de Fegein que resalta la importancia, no solo de dinamizar este sector, sino con él toda la economía auxiliar vinculada a él.

En el primer trimestre del 2021 los permisos para reformar o restaurar viviendas ascendieron a 256 en Galicia, en línea con los 260 del mismo periodo de 2020 tal y como reflejan los datos publicados por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. Además, se dispararon un 30% los visados de obra para ampliación de viviendas: de los 26 del primer trimestre de 2020 se pasó a 34 de este año. “Los gallegos han ahorrado dinero y están aprovechando para reformar sus casas”, analiza García. Según los datos de Habitissimo, la inversión media en España de las operaciones de reforma de 2020 fue de 8.572 millones, un 8% menos que el año anterior.

Con este cambio de hábitos, los ciudadanos han puesto el foco en la distribución de las estancias de sus casas. Ha adquirido especial importancia disponer de “un espacio para teletrabajar”, recuerda Jardón. Además, muchos gallegos están reformando “casas en los pueblos, que eran de sus padres o abuelos”, indica Iglesias. Se trata de viviendas que necesitaban un lavado de cara importante con la finalidad de tratar de pasar más tiempo en ellas. “Son casas que estaban vacías y se están recuperando”, explica el presidente de Fegien. “Lo primero que hay que arreglar —añade— es el tejado”.

Galicia contabiliza 7.050 viviendas unifamiliares reformadas o a reformar a la venta, según los datos de la patronal inmobiliaria. El grueso está en la provincia de A Coruña, con un total de 2.500. Otras 1.800 están ubicadas en la provincia de Pontevedra, 1.500 en Ourense y en torno a 1.250. “Si en el verano del 2020 no sabíamos calibrar si era una tendencia pasajera o no, pues ahora se puede decir que la adquisición de una propiedad en municipios del rural gallego es una nueva línea de comercialización que cotiza al alza, y eso es positivo en todas las vertientes”, concluye el presidente de la patronal inmobiliaria.

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