Un conductor de cien años falleció el miércoles en Vilalba (Lugo) tras colisionar contra otro vehículo. En el siniestro, resultaron heridas tres personas, entre ellas su mujer, de 87 años. Accidentes como este junto al elevado número de automovilistas interceptados en sentido contrario, la práctica totalidad personas de avanzada edad, han llevado a la DGT a replantearse los periodos de vigencia del carné, fijando intervalos adaptados a las condiciones psicofísicas, subdividiendo el grupo de conductores mayores de 65 años en diferentes horquillas de edad, según recoge la Estrategia de Seguridad Vial 2021-2030. Los datos de los usuarios requeridos por Tráfico a chequeo extraordinario del Sergas para comprobar si son o no “aptos” revelan un problema que todavía no se ha conseguido erradicar en Galicia, una comunidad cada vez más envejecida y en la que un tercio de los fallecidos en siniestros viairos superan los 65 años. En los últimos cinco años, Tráfico abrió expediente a casi 2.200 automovilistas en Galicia ante las sospechas de una pérdida de facultades para seguir al volante o hacerlo sin ningún tipo de limitaciones (solo durante el día, a unos kilómetros de su domicilio, a una determinada velocidad...). Esto se traduce en una media de más de 400 conductores requeridos cada año a chequeo médico en su centro de salud —al menos uno cada día—.
La mayoría sin quedan automáticamente sin carné al no acudir a la cita con el equipo médico. Y los que lo hacen, o bien le es revocado el permiso al comprobar que no reúnen las facultades psicofísicas para poder seguir al volante o se le imponen restricciones.
Aunque son prudentes al volante, su pérdida de reflejos por el paso de los años les hace reaccionar con más lentitud ante un imprevisto. Aunque son responsables en carretera, con frecuencia se despistan y ponen en riesgo su seguridad y la del resto de automovilistas. Para tratar de garantizar la seguridad de los conductores de avanzada edad en las carreteras gallegas y ante las sospechas de que hay psicotécnicos en Galicia que aprueban a automovilistas no aptos, Tráfico reforzó en 2017 la vigilancia sobre este colectivo con controles más rutinarios en las carreteras de la comunidad. Además, Galicia fue pionera en la señalización de los accesos a autopistas y autovías, con señales reflectantes para evitar las entradas por el carril equivocado.
“Una infracción, maniobra irregular o las reacciones en un control policial pueden indicar que un conductor se encuentra en condiciones psicofísicas inadecuadas”, explica desde el Sector de Tráfico de Galicia Héctor Teixeira. A veces, el propio comportamiento del conductor mientras habla con los agentes tras darle el alto ya demuestra que no está en condiciones. “No tiene que haber un siniestro previo o una imprudencia grave, tratamos de prevenir que eso ocurra”, destaca Teixeira.
Los agentes de la Guardia Civil de Tráfico elevan la propuesta de reconocimiento extraordinario, y es la DGT la que abre el expediente y realiza el seguimiento final. “Nuestras propuestas de reconocimiento extraordinario suelen confirmar que ese conductor necesita unas restricciones, que van desde el uso de lentes correctoras de la visión o audífonos a la prohibición de circular por determinadas vías o incluso limitar el radio de acción a unos kilómetros en torno al domicilio”, detallan desde el Sector de Tráfico.
Galicia es una de las comunidades que está marcada en rojo en los mapas de la DGT por esta problemática. Y es que Galicia, según advierte Teixeira, no solo tenemos una población más envejecida que en otras zonas de España, sino que la dispersión de la población hace que la dependencia del automóvil sea mayor. “Esto nos sitúa ante una circunstancia que requiere mayor implicación para detectar y prevenir consecuencias fatales”, apunta.
Ante la alarma creada por el elevado número de conductores interceptados en sentido contrario en las carreteras de la comunidad y su implicación en accidentes graves, la Fiscalía de Seguridad Vial en Galicia y el GIAT (Grupo de Investigación y Análisis de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil) estrecharon el cerco sobre los psicotécnicos sospechosos de no realizar controles de reconocimiento rigurosos. Estas pesquisas derivaron en la apertura de decenas de expedientes por infracción administrativa pero también de procesos penales por fraude en las revisiones. De hecho, Galicia dictó en 2012 la primera sentencia condenatoria de España a un centro de reconocimiento de conductores.
Cuando la Guardia Civil detecta un “extraño número elevado” de conductores con las facultades mermadas con origen en un mismo psicotécnicos se abre una investigación que coordinada con la Fiscalía. “Se investiga a fondo —detallan— para saber si se pueden estar produciendo irregularidades en los documentos que se expiden en algunos centros” . “Nos preocupa tener conductores que siendo los responsables de siniestros graves o que se están confundiendo en las salidas y accesos a las autovías (perfectamente señalizadas) que al ser interceptados por las patrullas de la Guardia Civil comprueban que tienen las condiciones limitadas sin haber sido detectadas previamente”, concluye Teixeira.
¿Hay un límite de edad para conducir?
En España, no existe límite de edad para ponerse al volante. Pero a partir de los 65 años aumenta la periodicidad con la que se debe renovar el permiso y, en consecuencia, pasar el control médico correspondiente. Hasta esa edad, la revisión se realiza cada diez años y cuando se supera, se reduce a cinco años. Con la última reforma se eliminó la condición de que a partir de los 70 años se debía renovar el carné cada dos años. En el caso de los conductores de avanzada edad, si durante el reconocimiento médico se detecta una enfermedad o deficiencia que, si en el momento no impide la renovación pero es susceptible de agravarse, el periodo de validez del permiso será menor. Pero ante el elevado número de conductores mayores de 65 años fallecidos o implicados en siniestros graves, la DGT se plantea endurecer la renovación del carné para esa franja de edad.
