La Guardia Civil refuerza la vigilancia sobre motos durante todo el verano

Los vehículos de dos ruedas están de moda. Cada vez más usuarios eligen ciclomotores y motocicletas para sus desplazamientos, tanto para sus trayectos diarios al trabajo como para el ocio en fines de semana y vacaciones. Con la llegada del buen tiempo, los cascos y el rugido de las motos comparten asfalto con turismos, furgonetas, camiones y autobuses en el centro de las ciudades y en las carreteras convencionales; y, en consecuencia, los riesgos de sufrir un accidente aumentan, con una mayor tasa de mortalidad y lesividad en los vehículos de dos ruedas. Para tratar de reducir la accidentalidad en este colectivo vulnerable, que en los últimos cinco años ya suma 80 muertos en Galicia, la Guardia Civil de Tráfico iniciará este fin de semana una campaña de intensificación de vigilancia a este tipo de vehículos en la comunidad, que se prolongará hasta el fin de la época estival. Este balance representa el 16% de las víctimas mortales en la red viaria gallega y el 8% de los motoristas fallecidos en el conjunto del país.

Los dispositivos de control se centrarán en las vías convencionales en fechas y horarios (principalmente sábados por la tarde, domingos y festivos, de manera especial con meteorología favorable) en los que hay un incremento notable de circulación de estos vehículos. Durante la campaña, las patrullas prestarán atención a todo tipo de conductas antirreglamentarias, con especial atención al consumo de alcohol y/o drogas, el adelantamiento antirreglamentario y la insuficiente distancia de seguridad.

Junto con las unidades del Sector de Tráfico en Galicia, la campaña contará con el apoyo de la unidad aérea de la DGT en la comunidad.

El tipo de siniestro en el que suelen verse implicadas las motos son las salidas de vía, normalmente por exceso de velocidad, velocidad inadecuada o distracción. El Sector de Tráfico tiene identificadas zonas habituales de concentración de motoristas en todas las provincias gallegas, entre ellas destacan la antigua Nacional 6 a su paso por la conocida como Cuesta de la Sal, la carretera provincial que une Valga con Catoira o la autonómica que va hasta A Fonsagrada.