La Opinión de A Coruña

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¿Cómo investigar los derrumbes del viaducto de la A-6?

Expertos reclaman prudencia, una investigación detallada y que se facilite información después de la caída de dos vanos

Vista de los dos vanos que se han caído del viaducto de O Castro, en la A-6, cerca de Pedrafita. | // EFE

En menos de dos semanas el viaducto de O Castro de la Autovía del Noroeste (A-6), en la zona limítrofe entre Galicia y Castilla y León, ha sufrido la caída de dos vanos: una el 7 de junio y otra, el pasado día 16. Esta situación inédita en España ha puesto en alerta al mundo de la ingeniería, que intenta dar respuesta a lo sucedido, aunque por el momento haya más dudas que certezas. ¿Cómo actuar entonces? Los expertos en la materia reclaman prudencia para no dar pasos en falso, una investigación exhaustiva que determine el origen del problema y que se facilite información para no repetir errores en el futuro.

“Hay que hacer ingeniería forense”. Esta es la expresión que utiliza Santiago Hernández, catedrático de Estructuras de la Escuela de Ingenieros de Caminos de la Universidade de A Coruña (UDC), al referirse a los pasos que hay que dar para averiguar qué ha ocurrido. Como si se tratase de un médico que examina a un fallecido que no presenta ningún indicio que apunte a la causa de su muerte, el profesor explica que se debe llevar a cabo un análisis detallado de la estructura y, ante todo, pide no “especular” porque en la actualidad apenas hay datos fiables que permitan llegar a alguna conclusión. También señala que en todo el país hay “miles de puentes construidos” y que el 99,9%” están bien, por lo que insta a no crear alarma.

El primer derrumbe fue una sorpresa y el segundo, todavía más, lo que ha abierto más el abanico de hipótesis sobre qué ha llevado al desprendimiento de los tableros. El puente llevaba un año cerrado al tráfico por obras de mejora tras detectarse deficiencias, y el Gobierno central aún no ha aclarado las causas del suceso. ¿Qué ha podido ocurrir? El catedrático de Urbanística y Ordenación del Territorio en la Escuela de Ingenieros de Caminos coruñesa, Carlos Nárdiz, apunta a dos posibles “debilidades”: las vigas y las cimentaciones.

Nárdiz indica que quizás se hayan podido desplazar estas últimas o que el cable que sujeta los vanos del viaducto haya podido verse muy deteriorado tras años expuesto a condiciones meteorológicas difíciles, ya que el viaducto está situado muy cerca del alto del puerto de Pedrafita do Cebreiro, donde las heladas son muy frecuentes. Lo que sí tiene claro es que se deben “revisar en profundidad los puentes en el que se haya empleado el mismo sistema constructivo” para evitar que esta situación se repita en el futuro. Es el caso del viaducto paralelo, el de dirección Madrid.

El tráfico es desviado por la Nacional 6

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El profesor de Hormigón Estructural de la escuela de Caminos coruñesa, Manuel Herrador, asegura que lo más importante es “no tomar” decisiones “con prisa”, analizar pormenorizadamente lo sucedido en este tramo de la A-6, principal vía de del norte de Galicia para entrar y salir a la Meseta, y estudiar con “más intensidad” los daños que han llevado a la caída de estos dos vanos.

¿Cuánto tiempo puede transcurrir hasta conocerse las causas que han provocado este hecho singular en la ingeniería española? Herrador asegura que este período puede ir desde “semanas” a “meses” en función del “problema” y la dificultad para detectarlo. Mientras tanto, el tráfico deberá utilizar la vieja Nacional 6 y atravesar el núcleo de Pedrafita. Además, este docente insiste en la necesidad de que el Ministerio de Transportes informe del resultado de las investigaciones para que los técnicos puedan “aprender” y debido a que la “desinformación hace daño”.

El pasado jueves se desprendió el segundo vano del viaducto a media tarde. Pero este particular calvario que vive la autovía comenzó el 7 de junio, cuando un tablero se derrumbó por la mañana. Se trataba del puente en sentido A Coruña, que estaba en obras al haberse detectado problemas estructurales y por eso estaba cerrado al tráfico desde hacía aproximadamente un año. Los vehículos ya debían desviarse hacia la Nacional 6. Por tanto, no hubo vehículos afectados ni tampoco se vio involucrado ninguno de los trabajadores, que en el momento del accidente estaban operando en las inmediaciones.

Inicialmente aquel día el tráfico se mantuvo por el viaducto paralelo, en dirección a Madrid, al no verse afectado. Pero por la tarde Transportes decidió cerrar completamente al paso en ambos sentidos “con el objetivo de analizar detenidamente las causas del incidente”. De este modo, la circulación de ambas direcciones pasó a discurrir por la vieja carretera nacional.

Este tramo de la autovía A-6 fue construido por la Unión Temporal de Empresas (UTE) formado por OCP Construcciones y FCC Construcciones. A consulta de este diario, no se han pronunciado sobre el derrumbe.

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