Las Llanas, pasado, presente y futuro del Deportivo

Vuelve a un campo con aroma ochentero, donde se juega el ascenso y el club que pretende ser

Lance de la sesión de ayer con David Mella, de espaldas, luciendo su nuevo tinte de pelo morado. |  // RCD

Lance de la sesión de ayer con David Mella, de espaldas, luciendo su nuevo tinte de pelo morado. | // RCD / carlos Miranda

Carlos Miranda

Carlos Miranda

El destino ha querido que el Deportivo se juegue medio ascenso en Las Llanas y no deja de servir la coyuntura para que el club coruñés repare en lo que fue, en lo que es y en lo que pretende ser. Todo en un escenario que le recuerda a tiempos pasados, en los que también bajó “al barro”, que le devuelven a esa humildad que le acompañó y que debe seguir guiándole, y que le sirvieron entonces para rearmarse antes de su época dorada. Le espera el sábado (18.00 horas) un Sestao River algo alejado del prototipo del equipo vasco anclado en el fútbol directo y que aprovecha su campo de pequeñas dimensiones. Las Llanas será protagonista, pero no único elemento. El equipo de Aitor Calle, uno de los mejores locales de la segunda vuelta, es mucho más que eso y así ha ido fraguando una salvación que se le complicó y que ahora pelea de tú a tú.

Idiakez no pudo recuperar a Ximo Navarro y pierde a José Ángel. Se deshace, de esta manera, su pareja mágica en el doble pivote con Diego Villares y no tiene a disposición a su lanzadera de la banda derecha. Dos piezas que no son capitales, que no son las que acaparan los focos, pero que son importantes para sostener el entramado blanquiazul. Para alivio del técnico sí podrá contar con Jaime Sánchez, que el pasado fin de semana tuvo que cumplir sanción frente al Arenteiro. El gaditano es uno de los ojitos derechos de Idiakez y podría colocarlo tanto en la banda derecha como en el doble pivote, pero todo hace indicar que actuará en el centro del campo. El puesto de 2 será, de nuevo, para Paris Adot, que debe dar un paso al frente, más con los duelos de alto voltaje que se esperan por su zona.

La línea por detrás de Kaxe (ex de Ibiza, Ponferradina y Sabadell) que forman Leandro, Guruzeta y Aranzabe es el gran peligro vasco. Este último fue el autor del 0-1 en Riazor en una transición derecha-izquierda que finalizó con maestría. Esa capacidad para ser vertical para hacer daño y luego cerrar pasillos interiores en defensa será la principal arma local. A pesar de la diferencia de nivel de un equipo y otro, a los coruñeses tampoco les sobra ese guion, ya que se defienden con holgura y cuentan con cohetes como Mella, Lucas y Yeremay. Un cóctel peligroso para un Sestao que tendrá la baja en defensa de Antxón Jaso, sancionado tras haber visto la quinta en Cornellà.

El Dépor ya respondió últimamente en contextos ásperos como Teruel o Cornellà y debe estar al mismo nivel de intensidad y concentración. Será básico para que la calidad acabe decidiendo. Todo bajo la mirada desde el palco de Jabo Irureta, otro punto de nostalgia para un equipo con más de 2.000 deportivistas en las gradas. Pasado, presente y futuro en Las Llanas.

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