La Opinión de A Coruña

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Galicia tiene un delincuente viario por cada 210 conductores, un 20% más que hace un año

La tasa es ligeramente inferior a la media nacional, casi un 2% menos | En los primeros seis meses del año fueron detectados 1.740 delitos de tráfico en las carreteras gallegas

Una patrulla de la Guardia Civil de Tráfico en un control de alcoholemia y drogas. | // M. MÉNDEZ

Mejor caer en un control que en un barranco. A muchos conductores que se han tomado una copa de más, se ponen al volante sin carné o conducen a velocidades estratosféricas, recibir el alto de una patrulla es lo mejor que les puede pasar. Les puede llegar a evitar una salida de vía, una colisión, un atropello… Les puede incluso salvar su vida o la de otros usuarios. Los hay que cometen infracciones en carretera por despiste, pero todavía hay quienes cometen un delito con total desprecio por su vida y la de los demás. Durante uno de los controles con motivo del festival Resurrection Fest, un conductor manifestaba su sorpresa por haber dado positivo. “He tomado 20 o 30 cubatas, no recuerdo exactamente, pero me encuentro bien”, comentó a los agentes en un estado “lamentable”. “Esos conductores son las bombas que tenemos de desactivar, que queremos detectar en carretera”, apunta Héctor Teixeira, guardia civil en el Sector de Tráfico en Galicia.

Solo el año pasado, fueron detectados 8.226 delitos contra la seguridad vial en Galicia, un 20% más que el ejercicio anterior pero un 11% menos que el año preCOVID —ejercicio con el peor dato desde 2012 y el tercer registro más elevado de la historia (9.258)—, según datos de la Fiscalía Superior. El balance de 2022 en la comunidad deja una ratio de un delincuente viario por cada 212 conductores censados (son más de 1,7 millones registrados).

En el conjunto del país, durante el año pasado se incoaron casi 126.000 delitos de tráfico, un 23% más que en 2021 pero casi un 10% más que el año previo a la pandemia. En este caso, la tasa de delincuencia al volante es 1 automovilista de riesgo por cada 216 censados, lo que sitúan el índice de la comunidad gallega ligeramente por debajo (casi un 2% inferior).

De las cuatro provincias gallegas, A Coruña es, en términos absolutos, la que concentra el mayor volumen de infracciones penales al volante, con 3.424 casos incoados en 2021 (42% del total). Le sigue en el ranking la provincia de Pontevedra, con 3.001 (36%). Lejos de estas cifras se colocan Lugo y Ourense, con 930 y 871, respectivamente. Ahora bien, si se tiene en cuenta el censo de automovilistas de cada territorio, son Ourense y Lugo las que presentan las tasas de delincuencia viaria más elevadas: un conductor de riesgo por cada 236 y 232 automovilistas, respectivamente. El índice en A Coruña también está por encima de la media autonómica (213), mientras que Pontevedra presenta el más bajo de la comunidad, 198.

En los primeros seis meses de este año, fueron detectados en las carreteras gallegas un total de 1.740 delincuentes viarios. La provincia de A Coruña concentra el mayor número (más de 700), seguida de los interceptados en la red viaria de Pontevedra (casi 600). Y casi a la par, los registrados en las provincias de Ourense (200) y Lugo (196).

El consumo de alcohol al volante es una de las lacras de la accidentalidad viaria y una de las conducta que más cuesta corregir, tal y como releva la memoria del Instituto Nacional de Toxicología del año pasado. Más de la mitad de los conductores muertos en accidentes de tráfico habían consumido alcohol, drogas y/o psicofármacos. De los 1.740 delitos viarios registrados en el primer semestre de este año en Galicia, la mitad fueron por altas tasas de alcohol o dar positivo en los narcotest: un total de 857. “Los delitos por superar la tasa legalmente establecida siguen siendo lo más detectado en carretera. Así como la velocidad parece que ya está socialmente mal visto ir superando los límites, con alcohol seguimos detectando tasas muy altas en los puntos de verificación”, advierten desde el Sector de Tráfico en Galicia.

El segundo delito que más se detecta en las carreteras de la comunidad es la conducción tras la pérdida de vigencia del carné por haber agotado todo el saldo de puntos (420) y la conducción sin haber obtenido nunca la autorización (200). Por haber sido privado cautelarmente del permiso hubo 139 delitos y por la privación definitiva (16). En el caso de las velocidades estratosféricas, hubo 16 casos y por conducción temeraria, 25.

Las excusas que ponen al ser interceptados los delincuentes viarios dependen del tipo de delito, pero lo que todos tienen en común —apunta Teixeira— es que no piensan en las consecuencias legales ni penales.

Automovilistas de riesgo, un perfil que se detecta cada vez más

El perfil del conductor que delinque al volante generalmente suele ser el de un hombre de mediana edad. “Suele ser una persona con total desprecio por su vida y la de los demás”, lamenta Héctor Teixeira, guardia civil en el Sector de Tráfico en Galicia.

Como ejemplo pone el de un conductor detectado recientemente en Monforte con el permiso suspendido judicialmente por estar implicado en un accidente con alcoholemia positiva y nuevamente interceptado superando en más del 50% la velocidad permitida. El infractor fue identificado en un control de velocidad en la carretera C.G-2.2 de Monforte a Lugo mientras circulaba a 136 kilómetros por hora, cuando el máximo permitido en ese tramo es de 90 kilómetros de por hora. El del conductor reincidente es un perfil que hace años no tenían registrado en el Sector de Tráfico.

“Ahora con las bases de datos informatizadas y nuestros equipos dedicados a los usuarios de riesgo —destacan—, es un perfil que detectamos más”. “Poner cerco al reincidente ha sido vital para sacar de la carretera a los delincuentes viales. Ingresar en prisión o decomisar el vehículo son medidas eficaces. Sin su arma, el vehículo, el delincuente vial queda inutilizado y deja de ser un riesgo”, destaca Teixeira.

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