La Opinión de A Coruña

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Víctimas del amianto llevan a Navantia a los juzgados de Ferrol

El histórico sindicalista Rafael Pillado comparece hoy en los tribunales tras demandar al grupo público por su afección en Bazán

El histórico sindicalista Rafael Pillado, comparecerá hoy en los juzgados de Ferrol. | // P. HERMIDA

Provoca el engrosamiento de la pleura, hasta comprimir el pulmón y dificultar la respiración. Los casos más graves derivan en asbestosis (fibrosis pulmonar) y cáncer. El amianto, cuyo uso no fue prohibido en España hasta 2002, se utilizó en el sector naval, sobre todo para aislamiento térmico de los barcos, hasta mediados de los años ochenta y sin protección alguna para los trabajadores. Su uso en los astilleros de Bazán y Astano, en la ría de Ferrol, dejaron un reguero de víctimas. Unas 17.000, según estimaciones de la Asociación Galega de Víctimas do Amianto (Agavida), pero que si se añaden otros sectores la cifra en Galicia alcanzaría las 30.000.

El sindicalista Rafael Pillado, fundador de CCOO en Galicia y militante del PCE desde el franquismo, es una de las víctimas del amianto. El pasado mes de febrero, Pillado hacía pública la noticia que había recibido hacía escasos días: “Padezco cáncer, cáncer producido por el amianto”.

Luchador antifranquista, líder de la lucha obrera, preso político. .. Con una mochila de batallas a su espalda, ahora se proponer librar otra en los juzgados. La suya y la de tantos amigos y compañeros que perdió por el camino a causa de ese “material cancerígeno que estaba por todas las esquinas de Bazán”. Pillado comparecerá hoy en los tribunales de Ferrol tras demandar como afectado por el amianto al grupo público Navantia, en el que trabajó en la época de Bazán.

“En el área de monturas de mi época murieron todos, me llamó un compañero y me dijo que solo quedaba él vivo”, relataba Pillado el pasado mes de febrero en una entrevista a este periódico tras dar a conocer que padecía cáncer. El naval y la construcción, según apuntaba, no solo en Ferrol, sino también en A Coruña y Vigo, “están llenos de amianto y su retirada no se hace de modo adecuado.

Pillado empezó en los astilleros de Ferrol como aprendiz en 1957 con 15 años y salió en 1999 como prejubilado. Su puesto era ajustador-montador en monturas a flote. “Arranqué amianto de los buques tipo Audaz para su remodelación, sobre 1959 ya estaba incubando este material cancerígeno siendo aprendiz. Así estuve dos años. El amianto —advertía en la entrevista— estaba por todas las esquinas de Bazán, había almacenes de amianto. En monturas, los trabajadores cortaban telas de amianto”.

“Pandemia silenciosa”

Coincidiendo con su comparecencia hoy en los juzgados de Ferrol, desde la Asociación Galega de Vítimas do Amianto y las entidades culturales Fuco Buxán y Memoria Histórica Democrática invitan a la ciudadanía a acudir a un acto de “acompañamiento social” a las 11.30 horas, minutos antes de la cita judicial.

“Deseamos que sea esto un gesto inequívoco de apoyo a todos los afectados por esta pandemia asesina y silenciosa, enfermedad adquirida no de forma casual o imprevisible, sino cuando las empresas y el Gobierno eran conocedores del alcance trágico y consecuencias del uso del amianto”, manifiesta el colectivo en un comunicado.

Operarios de sectores como el naval de Ferrol fueron, según apuntan desde la asociación, “ignorantes” del efecto de ese material mientras lo “manipulaban en el ejercicio de su trabajo o estaban en el entorno del asbesto y sus derivados”.

Pillado anunció el pasado mes de febrero que sufre un mesotelioma, un tumor que le depara, según desveló, una esperanza de vida que no alcanza los dos años y que profesionales médicos han relacionado con su exposición al amianto en el centro fabril.

Con este proceso, el histórico sindicalista quiere “defender a las víctimas del amianto, su defensa es la mía; las familias se encierran en su casa y las víctimas acaban falleciendo en un entorno reducido”, informa Efe. “La tendencia es a encogerse y desaparecer, yo estoy invitando a no callarse”, dijo, para considerar que es preciso señalar “a los responsables, a los trabajadores del naval nos han hecho vivir en medio del amianto”, que destaca como un “asesino silencioso”.

Según Pillado, en ámbitos como “la construcción, que han cortado uralita, se están muriendo sin saber que están afectados o solos en sus casas”, por lo que abogó por evitar que esa “enfermedad sea clandestina; ya nos sometieron a clandestinidad durante 40 años”.

Ante su reclamación judicial, avanzó que pediría “ayuda de abogados” y de “compañeros que han visto las condiciones que he vivido”, como también de “técnicos que puedan mostrar que hay responsables y cómplices; un día me quisieron sancionar por negarme a entrar en un espacio lleno de amianto, imposible de entrar”.

Según denuncia Pillado, la dirección de la Empresa Nacional Bazán, ahora Navantia, en cuya planta de Ferrol trabajó desde finales de los años 50 del siglo pasado, sabía en “un momento determinado lo que estaba pasando”: “Nos estaban envenenando, nos han hecho de todo”.

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