Contas reprocha a la Xunta su bajo nivel de ejecución de los fondos europeos

La tramitación de los recursos del año 2021 no llegó al 50% u Le pide que refuerce personal y simplifique trámites para “acelerar” su gestión en beneficio del tejido productivo

Miguel Santalices recibe la memoria de manos del conselleiro maior en funciones de Contas, Simón Rego. |   // L. O.

Miguel Santalices recibe la memoria de manos del conselleiro maior en funciones de Contas, Simón Rego. | // L. O. / X. A. Taboada

X. A. Taboada

La Xunta se queja habitualmente de la falta de diligencia del Gobierno central a la hora de gestionar y transferir los fondos europeos de recuperación, como los Next Generation. Sin embargo, esta misma crítica se la formula al Ejecutivo autonómico el Consello de Contas en un informe de fiscalización sobre la administración de los fondos europeos ordinarios asignados a la comunidad autónoma en el año 2021. Sostiene que los datos de ejecución por parte de la Xunta son “notablemente bajos”, menos de la mitad del presupuesto, en línea con los siete años anteriores, y le reclama que tome medidas para que la planificación y la gestión “sean más eficaces”.

En un informe de abril, Contas ya había advertido de la falta de control sobre los proyectos financiados con los Next Generation. Ahora, estos reproches se extienden a los fondos europeos integrados en el marco financiero 2021-207 (Feder, Feader, FSE, PAC o de Transición Justa), que aportaron a Galicia en el primer año de aplicación casi 1.100 millones de euros.

Según el órgano fiscalizador, su ejecución global se quedó al 46,9%, muy lejos del 91,75% con que cerró la Xunta sus presupuestos generales ese mismo año. “Es evidente que la ejecución de los proyectos y actuaciones financiadas con fondos europeos y teniendo en cuenta los datos de los siete ejercicios anteriores, sigue siendo notablemente inferior con respecto a la ejecución de los presupuestos generales de la comunidad autónoma, por lo que la planificación y la gestión de los mismos es preciso que sea más eficaz”, se recoge en el documento. De esos casi 1.100 millones con que contó la Xunta en 2021, al cerrar el ejercicio tenía como obligaciones reconocidas de pago 514 millones (el 46,9%), habiéndose abonado de forma efectiva 378 millones (el 34,4% del crédito definitivo). “Estos datos de ejecución resultan notablemente bajos”, reprocha.

La crítica viene modulada porque, como bien se recoge en el informe de fiscalización, el marco financiero 2021-27 se aprobó con retraso debido a la pandemia y a la posterior crisis energética. No obstante, el Consello de Contas demanda a la Xunta que tome cuantas medidas sean necesarias para “acelerar” la ejecución de los programas operativos y de los instrumentos financieros de la UE, “para alcanzar así el mejor aprovechamiento de los recursos en beneficio del tejido productivo y la ciudadanía”.

En concreto, se aconseja al Gobierno gallego que refuerce la dotación de personal que participa en la tramitación de los fondos y de los proyectos y que simplifique los requisitos administrativos.

También aboga por adaptar la estructura organizativa de la Xunta para obtener la “mayor rentabilidad posible”. Pide para ello prestar especial atención a las secciones que presentan “peores ratios” de ejecución y averiguar cuáles son sus “debilidades y dificultades” en la gestión con el fin de corregirlas.

Contas recomienda además “un mayor impulso” a la colaboración con entidades locales para que “participen en mayor medida en la gestión de los programas europeos e instrumentos financieros”. Este consejo ya se trasladó en años anteriores y la Xunta respondió que estaba implantando medidas para paliar esa disfunción. Sin embargo, los pasos dados hasta ahora han resultado insuficientes: “Hemos valorado los esfuerzos realizados, pero hemos constatado que se reduce año tras año su participación en estas fuentes de financiación”.

Este informe, junto con otros ocho y la memoria, fue entregado ayer al presidente del Parlamento, Miguel Santalices, por el conselleiro maior en funciones de Contas, Simón Rego, poco después de que la Cámara, en un pleno extraordinario, eligiera a Juan Carlos Aladro Fernández por unanimidad como nuevo conselleiro maior.

En otro informe, Contas avisa de un alza del gasto de los entes instrumentales de la Xunta en 2021, que se elevó a 1.788 millones de euros, con más de 20 que no rinden cuentas.

Sobre el Sergas, las críticas vuelven a repetirse, en la misma línea que en los pasados ejercicios de fiscalización. Entre los reproches figuran el “persistir en el uso inadecuado” del fondo de contingencia para cubrir gastos que tienen un carácter previsible o recurrir en exceso a los contratos a dedo para contratar la actividad asistencial concertada, lo que vulnera los principios esenciales de la contratación pública y podría dar lugar a las oportunas responsabilidades, según expone el Consello de Contas.

La gestión de las entidades locales de Galicia, la más baja de España

Los ayuntamientos gallegos y las diputaciones son las entidades locales con los peores niveles de ejecución presupuestaria de España. Eso al menos sostiene el Consello de Contas, sin entrar a detallar las causas de esta situación. Con datos referidos al año 2021, el órgano fiscalizador indica que en el capítulo de ingresos, la ejecución media se situó en el 65%, “lo que indica su escasa capacidad de gestión”, siendo las diputaciones las que peor lo hacen, con un 49,7%, y los concellos de menos de 5.000 habitantes, los mejores, con un 73,5%. “Esto pone de manifiesto que el sector local de Galicia es el que peor ejecución del presupuesto de ingresos presenta en comparación con el resto del Estado”, se recoge en el documento. La misma apreciación rige para el capítulo de gastos, con una ejecución del 63,25%, que la sitúa también a la cola de las entidades locales de España. No se entra en las razones de este balance. No obstante, los concellos y diputaciones no pueden entrar en déficit, por lo el gasto siempre tiene que ser inferior a los ingresos. Y si estos últimos no llegan, por las razones que sean —procedentes de la Xunta o de la Administración del Estado—, entonces tampoco se pueden gastar recursos. Contas identifica además a once ayuntamientos en una situación de viabilidad financiera “comprometida” con dificultades para sostener los gastos corrientes. Son A Baña, Camariñas, Esgos, Maceda, Mondariz, Os Blancos, Pol, Quiroga, Rairiz de Veiga, Salceda de Caselas y Xunqueira de Ambía.

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