El abandono del rural deja en dos años a 2.700 agricultores sin ayudas de la PAC

Medio Rural les retira la opción de mantener esas subvenciones por dejar de explotar sus fincas | Unións Agrarias lo vincula a las jubilaciones, la falta de relevo y el minifundismo

Un tractor en un campo de maíz a las afueras de Santiago. |   // XOÁN ÁLVAREZ

Un tractor en un campo de maíz a las afueras de Santiago. | // XOÁN ÁLVAREZ / Daniel Domínguez / paula pérez

Daniel Domínguez / paula pérez

El progresivo abandono del rural, con falta de relevo generacional para las jubilaciones que poco a poco se retiran del sector primario, pero también el minifundismo han causado en dos años que alrededor de 2.700 agricultores y ganaderos cerrasen sus explotaciones o dejasen de trabajarlas y, consecuentemente, perdiesen el derecho a cobrar las ayudas europeas vinculadas a la Política Agraria Común (PAC).

En Galicia reciben parte de los 1.055 millones de euros de la PAC prevista para el período 2021-2027 unos 21.000 ciudadanos, pero uno de los requisitos para mantener ese maná de subvenciones consiste, lógicamente, en mantener la actividad. Y 2.700 no lo han hecho durante los dos últimos años: 1.300 detectados este ejercicio y 1.400 el pasado, según figura en la resolución publicada por el Diario Oficial de Galicia (DOG) esta semana y firmada por Silvestre José Balseiros Guinarte, director del Fondo Galego de Garantía Agraria.

Sin devolución de dinero

Este organismo decide la retirada a estas personas de los derechos de pago básico, que son los títulos que permiten cobrar ayudas directas de la PAC, siempre que tengas una superficie mínima de una hectárea y la explotes con algún tipo de actividad. Si permanecen inactivas durante dos años, se pierde el derecho a recibir dinero europeo.

“Esta retirada de pagos no supone devolución de dinero, solamente significa que dicha persona pierde esos derechos y no podrá pedirlos en el futuro”, aclaran desde la Consellería de Medio Rural.

La evolución de los dos últimos años entra “dentro de lo normal” en la tendencia que experimenta el campo gallego, golpeado por la falta de relevo generacional proporcional a quienes deciden jubilarse y la crisis de precios, que pone en jaque a miles de explotaciones, según explica Óscar Pose, miembro de Unións Agrarias-UPA.

“Aunque no tenemos datos por edades, seguro que la gran mayoría [de pérdida de derechos] es por jubilación, aunque también otra parte importante son por pérdida de pocos derechos de una explotación por no tener suficiente superficie”, comenta el coordinador del sindicato en la provincia de A Coruña. “Respecto a las jubilaciones, lo que sí se evidencia es que tenemos un sector agroganadero muy envejecido y que es necesario trabajar más activamente en la incorporación de jóvenes y para esto, la solución es que sea rentable y atractivo tener una explotación y vivir en el rural”, resume.

La mejora en la dotación de servicios e infraestructuras resulta capital en este intento de revivir el campo gallego. “Es necesario que sea rentable y atractivo vivir en el rural y para eso tenemos que tener precios para nuestros productos y también servicios que no hagan que vivir en el rural te convierta en un ciudadano de segunda: sin escuelas, o con peores instalaciones, sin servicios de salud próximos, mala conexión a internet y cobertura telefónica, deficiente transporte público...”, finaliza este miembro de UUAA.

El 40% de tierras de la comunidad tiene un dueño desconocido

El progresivo abandono del rural y también el minifundismo, que parcela Galicia en millones de fincas, han generado un efecto sobre la comunidad: entre un 30% y un 40% de las parcelas están en manos de propietarios desconocidos, con zonas incluso con un porcentaje que alcanza el 80%, según datos de la Axencia Galega de Desenvolvemento Rural a partir de la base de datos del Catastro. La comunidad cuenta en estos momentos con alrededor de once millones de parcelas, de las que el 97% corresponde a manos privadas. Además, Galicia suma ya casi 2.000 aldeas abandonadas, el mayor volumen de toda España, una cifra derivada de la dispersión en la comunidad, que alcanza casi la mitad de todos los núcleos de población del Estado.

Unións teme la pérdida de 400 granjas este año por la crisis

La falta de relevo generacional y la crisis de precios, agudizada por la guerra en Ucrania, amenazan con generar un año 2023 duro para el sector ganadero. Unións Agrarias estima que 800 explotaciones cerrarán este ejercicio en España, la mitad de ellas ubicadas en Galicia. A ello contribuye también la concentración de la producción, con un 30% de ganaderos generando el 70% de la leche, según este sindicato. El precio de litro en Galicia se situó en 0,51 euros, la cifra más baja desde el pasado octubre, según el Instituto Galego de Estatística.

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