Llegan a Sanxenxo los primeros migrantes: “Vine a buscarme la vida porque no tenía nada”

Un total de 54 jóvenes permanecerán alojados en el hotel Baixamar durante un mes uProceden de Senegal, Mali y Gambia

Gala Dacosta

Los primeros 54 migrantes procedentes de Canarias se encuentran ya en Sanxenxo. Se trata de una estancia temporal en el marco de una acción humanitaria organizada por el Gobierno central con la ONG Accem. Estarán, en principio,un mes alojados en el hotel Baixamar de Areas en régimen de pensión completa, a no ser que sean solicitantes de protección internacional. Entonces, podrían prorrogar su estancia en el municipio hasta tres meses.

Tras viajar toda la noche en autobús desde el aeropuerto de Barajas, en Madrid, a donde llegaron sobre las 23.00 horas del miércoles, el grupo llegó a primera hora de ayer al hotel. Los cerca de cincuenta hombres, todos jóvenes de entre 18 y 25 años, fueron recibidos por los cinco empleados del hotel y los trabajadores de la ONG Accem.

Los responsables de esta entidad explicaron en su día que los migrantes proceden de Senegal, Mali y Gambia y en el hotel contarán con un equipo profesional formado por seis personas entre los que habrá psicólogos, trabajadores e integradores sociales y un intérprete. Según relatan los propios migrantes llegados ayer, hasta el archipiélago de Canarias llegaron 300 hombres, 9 mujeres y 15 niños en tres cayucos. Un joven maliense relata que arribaron a la isla de El Hierro repartidos en tres cayucos distintos y llenos de personas donde pasaron varias jornadas a merced del Atlántico.

Lo peor, evidentemente, fue la ruta desde el continente africano: fue un viaje de ocho días con viento, lluvia y oleaje y sin comida. Los jóvenes, que destacan por su corta edad, (unos veinte años, la mayoría de ellos) se emocionan mucho al hablar de su periplo, todavía reciente, y aunque muchos continúan en contacto con sus familias, los hay que no tenían una casa a la que volver: “Vine a buscarme la vida porque no tenía nada”, relata uno de ellos. Sin nada que perder, muchos sin familia cercana ni recursos, pusieron en riesgo su vida por una oportunidad en el continente europeo. A falta del traductor de la ONG Accem que no estaba por la mañana, hacían gestos con sus manos para señalar la oscilación de la embarcación. Dice que “no pasó miedo” porque en el fondo conocía cuál era su meta.

El único que habla algo de español añade que en su cayuco iban una veintena. De su boca, por cierto, la palabra que más sale es “trabajo”, que repite desde el balcón del Baixamar. Por el viaje pagaron unos 400.000 francos senegaleses, casi 700 euros, por una travesía que podría haberles costado la vida.

Con su llegada a Galica, se pone de este modo punto final a una larga sucesión de aplazamientos en la llegada de estos migrantes, ya que en su día se anunció que sería un grupo de 350 personas que estarían en Sanxenxo desde el 1 de noviembre. Este grupo se suma a otros 40 migrantes senegaleses que ya llegaron a la provincia hace 10 días y que están en O Porriño alojados en un albergue de peregrinos de la localidad; y a los 12 que están en Vigo. Entre los de Sanxenxo, uno de ellos dice que tiene solo diecisiete años, aunque el dato no es oficial.

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