Galicia bate récord de obra pública desde el pinchazo del ladrillo con casi 1.500 millones

Los contratos sacados a concurso por las administraciones hasta septiembre crecen un 22% en un año y suponen la mayor inyección a la industria constructiva gallega desde 2009

Obras en el firme de la AC-400, a su paso por Sigrás, durante el verano . |   // L. O.

Obras en el firme de la AC-400, a su paso por Sigrás, durante el verano . | // L. O. / R. Prieto

Las excavadoras, las palas y las grúas trabajan a pleno rendimiento. La licitación de obra pública no solo sigue al alza desde que estalló la pandemia, sino que marca récord en Galicia al alcanzar el mayor volumen de proyectos sacados a concurso por las administraciones desde el pinchazo de la burbuja inmobiliaria. Entre enero y septiembre de este año, Xunta, Estado y ayuntamientos sacaron al mercado contratos por valor de 1.485 millones de euros, un 22% más que el mismo periodo del año pasado, cuando se licitaron poco más de 1.200 millones de euros, y más del doble que el año preCOVID, con casi 664 millones, según datos de la patronal de la construcción Seopan. Pero los de este 2023 son los nueve meses con el mejor balance desde 2009. Entonces la licitación de obra pública en la comunidad gallega superó los 1.700 millones. Solo en tres años se ha logrado rebasar entre enero y septiembre la barrera de los 2.000 millones de euros en obra pública en Galicia. Con esta marca, están 2004 (2.029,35 millones), 2005 (2.053,6) y 2008 (2.160).

El tirón de la obra pública en Galicia este año se queda más de diez puntos por encima del alza experimentada en el conjunto del país (10,8%). En el ranking autonómico, es la sexta comunidad donde más aumenta la inyección de fondos de las administraciones a la industria constructiva, empatada con Andalucía. A la cabeza se coloca Cantabria, que protagoniza un aumento de casi el 135% aunque con una inversión muy inferior a la de otros territorios (737 millones).

En el otro extremo del mapa de la obra pública en España están Asturias, Comunidad Valenciana, Extremadura y Comunidad de Madrid, los cuatro territorios donde las administraciones metieron tijera a las licitaciones de obra pública en el balance de los primeros nueve meses del año, con recortes de entre apenas el 15% a más de un 25%. La distribución territorializada de las partidas reservadas por Estado, Ejecutivos autonómicos y ayuntamientos para la licitación de obra civil y edificaciones deja a Galicia en el sexto puesto del ranking nacional, con un 6,9% de la inversión total en el conjunto del país. Lideran la tabla Madrid y Cataluña (ambas con un 14,7%), seguidas de Andalucía (13,5%), Comunidad Valenciana (9,2%9 y Castilla y León (7,5%).

Los desembolsos más bajos se quedan en territorios corresponden a los territorios de menos población, como La Rioja (0,8%), la única comunidad que no llega al 1%, seguida de Asturias y Baleares (ambas un 1,6%), Extremadura (1,9%), Navarra (2,1%) y Castilla-La Mancha (3,1%).

Uno de los factores determinantes en el tirón de la licitación de obra pública este año han sido las elecciones. Cada vez que hay una cita con las urnas, vayas donde se vaya calles y carreteras están levantadas y las grúas y los andamios vuelven a invadir ciudades, villas y pequeñas localidades. En el caso de Galicia, tras el estancamiento durante los últimos años de las obras promovidas por el Estado, en este 2023 la convocatoria de las elecciones generales del 23-J ha traído lluvia de millones a la comunidad: más de 736 millones licitados entre enero y septiembre, un 55% más que el año anterior y seis veces más que el año previo al estallido de la pandemia (156 millones).

Pese a que este año también ha habido comicios locales, el pasado 28 de mayo, los ayuntamientos gallegos contrajeron sus inversiones en obra pública. Fueron un total de 315,8 millones de euros sacados a concurso entre enero y septiembre por los alcaldes de la comunidad, un 13% menos que el mismo periodo de 2022.

En el caso de la Xunta, la obra civil y la edificación también se incrementó en lo que va de año más de un 14%, al pasar de los apenas 380 millones de los primeros nueve meses del año pasado a los 433,5 de este ejercicio.

Después del recorte ejecutado en obra pública tras el pinchazo de burbuja inmobiliaria, la inversión se ha ido recuperando paulatinamente. El año pasado, la industria constructiva en Galicia concurrió a proyectos por un valor que superó los 1.700 millones. De mantenerse el ritmo en el último trimestre de 2023, se superará la barrera de los 2.000 millones de euros en obra pública en la comunidad gallega.

Por provincias, A Coruña es el timón de la industria constructiva en Galicia con más de 771 millones sacados a concurso por las diferentes administraciones en los primeros nueve meses del año, casi un 30% más que el mismo periodo de 2022 y el 52% de la tarta de obra pública en la comunidad. Con el segundo puesto en el ranking autonómico está Pontevedra, con 312,6 millones, pero con una caída del 11% respecto al ejercicio pasado. En Ourense se rozan ya los 202 millones, un 140 más que hace un año, y en Lugo casi se duplica la inversión en obra pública, con 171,6 millones.

En el conjunto del Estado, las diferentes administraciones públicas han sacado al mercado en los primeros nueve meses del año contratos por valor de 21.469 millones de euros, un 10,8% más que el mismo periodo del pasado año, cuando se licitaron 19.368 millones. El aumento en la obra pública lo encabeza el Ejecutivo central, que ha elevado un 55% el valor de sus contratos este año: han pasado de licitar 5.341 millones entre enero y septiembre de 2022 a 8.298 millones. En el otro lado están las comunidades autónomas y las entidades locales, que han reducido sus inversiones. Los Ejecutivos autonómicos han disminuido sus licitaciones de obra pública un 7,9%, hasta los 5.847 millones, y los ayuntamientos un 4,6%, cerrando los primeros nueve meses de 2023 en 7.324 millones.

El 62% de la inversión del Estado en obra pública se concentra en obra civil, mientras que el 38% se destina a edificación: 13.355 frente a 8.113 millones. La mayor partida de todas son los ferrocarriles, que consumieron en lo que va de año 4.185 millones, seguido de cerca de las carreteras, un total de 3.397 millones, que, sumado a los puertos, supone una inversión de 8.113 millones en transportes. La siguiente partida es la promoción y construcción de equipamientos sociales, viviendas, complejos sanitarios y deportivos, en los que se han destinado 3.886 millones.

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