Miles de personas marchan en defensa del mar y contra la gestión del vertido de pélets

Los organizadores tratan de desvincular de la política la protesta y apuntan que las rías “llevan ya muchos años enfermas”

Rueda censura la movilización y la vincula a “bulos” de BNG y PSOE

Mateo G. Triñanes

Miles de personas, alrededor de 20.000 según los convocantes y 7.500 según la Delegación del Gobierno en Galicia, tomaron ayer las calles de Santiago “en defensa del futuro del mar” y contra la gestión realizada tanto por la Xunta como por el Gobierno central del vertido de pélets plásticos que continúan llegando a las costas gallegas.

Espinosa, Regades y Besteiro. |   // X. ÁLVAREZ

Espinosa, Regades y Besteiro. | // X. ÁLVAREZ / Mateo G. Triñanes

Desde primera hora de la mañana, en los bares cercanos a la Alameda compostelana, de donde partía la marcha, no se hablaba de otra cosa. Los parroquianos censuraban que detrás de la marea plástica que dejó el Toconao en los arenales de la comunidad “hai responsables que teñen que pagar”. Al tiempo, advertían que la situación de los profesionales del mar ya era precaria con anterioridad. “En Noia este ano traballaron só quince días, o marisco morre e ninguén está facendo nada. Normal que veñan manifestarse”, apuntaban. Disolviendo el azúcar en el café, dos varones resumían a la perfección el grito de auxilio del sector, para los que los microplásticos son únicamente “la gota que colmó el vaso”.

Marta Lois y Yolanda Díaz, con Las Dos Marías. |   // X. Á.

Marta Lois y Yolanda Díaz, con Las Dos Marías. | // X. Á. / Mateo G. Triñanes

Y es que precisamente la marcha, organizada por casi 150 colectivos desde organizaciones ecologistas a las Plataformas en Defensa de las rías de Arousa y Muros y Noia, ya se venía gestando desde hace tiempo tras la más que deficiente campaña del marisqueo a pie o los reiterados problemas en la recogida de mejilla. De ahí que las consignas, carteles y representaciones tuvieran dos claras vertientes. Por un lado, con lemas como “mar asasinado, traballo ameazado” o “yo soy el relevo generacional y jamás viviré del marisqueo”, además de referencias a los residuos procedentes de la minería que terminan en las rías. Y, por otro, los coladores, escobas y rastrillos que los centenares de voluntarios vienen empleando en la limpieza del vertido, junto con el parafraseo de una canción popular: “Na beira, na beira do mar hai unha chea de pélets que a Xunta non vai limpar” o el cántico “la gente limpiando, la Xunta manipulando”.

Irene Montero, tras una pancarta. |   // X. Á.

Irene Montero, tras una pancarta. | // X. Á. / Mateo G. Triñanes

Estas dos vertientes de la movilización se pudieron percibir también durante la lectura del manifiesto en la Praza do Obradoiro. En primer lugar se referenció el “fracaso de los sistemas operativos” en la gestión de la marea plástica “tanto de Salvamento Marítimo, dependiente del Estado, como del Servizo de Gardacostas, dependiente de la Xunta”. A ambas administraciones, los manifestantes les solicitaron coordinación y transparencia a la hora de aportar datos sobre el vertido. En este sentido, denunciaron que el Ejecutivo gallego “minimizó el problema, ignoró los datos científicos y no resolvió más que con mentiras e incompetencia”.

Por otro lado, los representantes del sector pesquero denunciaron que “el mar lleva ya muchos años enfermo”, y apuntaron que el modelo tradicional de pesca y marisqueo sobre el que se asientan también importantes sectores para la economía gallega como el turismo están en “peligro real de desaparición”. Por todo ello, exigieron a la Administración autonómica un estudio interdisciplinar e independiente sobre el estado de las rías, planes de saneamiento y regeneración, la regularización del protocolo de desembalses, cobertura económica, un plan de actuación contra los vertidos y el control de la importación de mariscos. “Sea quien sea el próximo Gobierno de la Xunta debe modificar su modo de actuar para obtener unas rías productivas para los marineros y, en general para toda la población”, solicitó Rogelio Santos, presidente de la Plataforma de Defensa de la Ría de Muros e Noia (Plademur).

La oposición, presente

La cercanía temporal a la cita con las urnas del próximo 18-F puso el foco sobre los representantes políticos de las principales fuerzas que aspiran a terminar con los casi tres lustros del PPdeG al frente de la Xunta. La líder del BNG, Ana Pontón, quiso mostrar su apoyo a la ciudadanía que “se rebela contra las mentiras de la Xunta” y demostraba “el amor y la conciencia medioambiental que este pueblo desarrolló con el Nunca Máis”. En esta misma línea se pronunció José Ramón Gómez Besteiro, candidato socialista a la Xunta, que llamó a limpiar el mar no solo de los pélets, sino también de “la contaminación de mentiras a las que nos sometió el PP las últimas semanas”. Marta Lois, candidata de Sumar, que apareció acompañada de la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, señaló que a pesar de “hablar de otra escala de catástrofe medioambiental, estamos ante los mismos errores y la misma falta de diligencia de la crisis del Prestige”.

La sorpresa política del día, no obstante, fue la presencia de la exministra de Igualdad, Irene Montero, que quiso sumarse a la movilización ante el “desastre de gestión” por parte de la Xunta, y sin duda, darle algo más de visibilidad a Podemos Galicia en la marcha.

Rueda carga contra el BNG

“Ahí está el nacionalismo hoy en Santiago levantando bulos y tirando del hilo de la cometa porque creen que se puede sacar algún rédito”. Así de tajante se mostró ayer el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, en su intervención durante la Interparlamentaria del PP en Ourense. El candidato aprovechó para arremeter contra la oposición gallega, a la que acusó de seguir “sembrando bulos” que perjudican al sector pesquero y que, dijo, continuaron en la manifestación. Cargó especialmente contra el BNG, al que tildó de “nacionalismo de serie B” y reprochó el apoyo que mostró a los condenados de ETA en las últimas movilizaciones de Bilbao.

Rueda censuró duramente a los socialistas gallegos, a los que definió como “los mayores socios” del nacionalismo. “No tengo ninguna duda de que es el partido más servil en toda España”, afirmó el presidente. También aseveró que la oposición gallega “no se manifestará nunca en contra” de decisiones que colocan a Galicia en “una situación de desigualdad”.