La defensa del hombre que mató a su madre en Oroso pide su absolución por falta de pruebas

El jurado concluyó que había aprovechado que la mujer estaba en cama para asfixiarla y luego quemó el piso

El condenado.   | // CABALAR

El condenado. | // CABALAR / Redacción

Redacción

La defensa del hombre juzgado por estrangular a su madre e incendiar el domicilio familiar en la localidad coruñesa de Oroso, en junio de 2021, ha alegado falta de pruebas para pedir su absolución. Así lo pidió en la vista de apelación celebrada este lunes en el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) tras el recurso presentado por la condena a su cliente a 22 años y medio de prisión.

Frente a ello, Fiscalía ha pedido que se ratifique íntegramente la condena que dictó la sección primera de la Audiencia de A Coruña en base al veredicto del jurado y que, posteriormente, la defensa recurrió ante el alto tribunal gallego.

El letrado del condenado ha alegado vulneración de la presunción de inocencia y ha sostenido también que “no hay prueba suficiente”. En todo caso, ha limitado a “indiciarias” las que llevaron a la condena de su cliente. “No están reforzadas de manera suficiente como para condenarlo”, añadió.

La investigación reveló que Javier G. S. hizo búsquedas en internet que coincidían con el crimen. Por ejemplo, buscó desde su móvil cuestiones como “sobredosis con lorazepam”, “lorazepam y alcohol” o “los pacientes comatosos respiran”. Ese fármaco tranquilizante fue el que la autopsia determinó que había ingerido la mujer fallecida.

Entre esas búsquedas también estuvo “muerte por rotura de cuello” o “explosión e incendio de viviendas tras un crimen ” y “perder conocimiento por inhalación de humo”.

En la sentencia, se consideró probado que el condenado aprovechó que su madre estaba en la cama para asfixiarla utilizando una pieza de ropa, “probablemente una camiseta, que enrolló en su cuello y apretó, durante unos minutos, hasta causarle la muerte”. “Tras acabar con la vida de su madre, procedió a prender fuego al domicilio”, según el fallo. Las llamas se extendieron por la vivienda “y —concluye— pudieron propagarse por el resto de pisos del edificio”.

La víctima fue hallada carbonizada sobre la cama, que fue rociada previamente con sustancias acelerantes del fuego, lo mismo que en otros tejidos de la casa.

El día del crimen, Javier G. S.. confesaba los hechos en un mensaje de móvil a su abogada: “Por cierto, a mi madre la maté yo”. Y también le advertía: “Te recomiendo que no vengas, hoy va a ser desagradable”.

En base a estas pruebas , el hombre fue declarado culpable de un delito de asesinato, por el que se le impuso una pena de 17 años de prisión, y de un delito de incendio con riesgo para la vida o integridad física de las personas, con una condena de cinco años y seis meses.

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