Cinco urbes gallegas recibirán financiación de la UE para impulsar planes de movilidad

La UE incluye A Coruña, Vigo, Santiago, Ourense y Ferrol como nodos urbanos dentro de la Red Transeuropea | Conectarán distintos modos de transporte y facilitarán el flujo de mercancías

Terminal de autobuses en la estación intermodal de Ourense. |  // FERNANDO CASANOVA

Terminal de autobuses en la estación intermodal de Ourense. | // FERNANDO CASANOVA / Paula Pérez

Paula Pérez

La UE incluye a cinco ciudades gallegas dentro de los 424 nodos urbanos que deberán establecerse antes del año 2027 y que actuarán como centros neurálgicos donde convergerán diferentes modos de transporte como carreteras, ferrocarriles, puertos y aeropuertos, además de funcionar como puntos estratégicos para la movilidad y la logística. Son las urbes de A Coruña, Vigo, , Santiago de Compostela, Ourense y Ferrol —cuyas áreas urbanas cumplen el requisito de superar los 100.000 habitantes— y que tendrán acceso preferente a financiación europea para impulsar planes de movilidad urbana sostenible. Además, cuando sea económicamente viable cada uno de estos nodos urbanos deberá contar con al menos una terminal de mercancías antes del año 2040.

Así aparece recogido en el acuerdo provisional, aprobado por la UE el pasado 18 de diciembre, sobre la revisión de la Red Transeuropea de Transporte , una malla ordenada, interoperable y financiada con fondos comunitarios con la que se pretende cubrir toda Europa por tren, rutas navegables de corta distancia y carretera. Este documento supone un compromiso político de cada Estado miembro de ejecutar las infraestructuras contempladas en esta red.

Según un informe de la Fundación Galicia Europa, uno de los puntos esenciales incluidos en ese acuerdo es la creación de cinco nodos urbanos en Galicia antes de 2027. Según explica la Consellería de Infraestruturas, se trata de “puntos clave de conexión y concentración en las ciudades y áreas metropolitanas”. El objetivo es que converjan en estas áreas diferentes modos de transporte para facilitar la interconexión. En parte es algo que ya se está desarrollando a través de la construcción de estaciones intermodales, pero va más allá, puesto que también debe facilitarse el acceso desde esos puntos a otros medios de transporte como aeropuertos, además de impulsar la distribución de mercancías hacia los puertos o terminales de carga de las ciudades.

Por otro lado, estas urbes estarán obligadas a desarrollar planes de movilidad sostenible. “Se trata de favorecer la movilidad sin emisiones y mejorar tanto el transporte público como la infraestructura para caminar y desplazarse en bicicleta”, señala en su informe la Fundación Galicia Europa, que depende de la Xunta.

Y “cuando sea económicamente viable”, cada uno de estos nodos urbanos deberá contar con al menos una terminal de mercancías. ¿Y cuál será su función? La Consellería de Infraestruturas explica que son instalaciones específicas dentro de los nodos urbanos que se emplean para la recepción, expedición, almacenamiento y transferencia de mercancías. Pueden estar situadas en puertos, estaciones de tren o áreas logísticas. “Su propósito es agilizar el flujo de mercancías y mejorar la eficiencia logística. Por ejemplo, una terminal intermodal de carreteras y ferrocarril puede facilitar la transferencia de contenedores entre camiones y trenes”, explican desde el departamento que dirige Ethel Vázquez.

Y todo esto tendrá respaldo financiero. La ventaja de ser nodo urbano es que las infraestructuras y proyectos para desarrollar la movilidad sostenible y el movimiento de mercancías contarán con acceso preferente a los fondos de la UE destinados a la Red Transeuropea de Transportes.

Según la Fundación Galicia Europa, la Comisión Europea trató sin éxito de que el nuevo reglamento tuviese un carácter más vinculante para poder emprender eventualmente procedimientos de infracción contra los Estados que incumpliesen con su deber de impulsar estas infraestructuras, pero finalmente no hubo acuerdo al respecto.

Zonas seguras de estacionamiento en carreteras

Todas las carreteras incluidas en la Red Transeuropea de Transporte deben contar con una franja divisoria no destinada al tráfico entre los dos sentidos de circulación. Además deberán disponer de zonas seguras de estacionamiento para el descanso con una distancia máxima media de 150 kilómetros. En el caso de Galicia estas exigencias afectan a la AP-9, la A-6 entre Betanzos y Baamonde y la N-634 entre Baamonde y Avilés. Son todas competencia del Estado y, en el caso de autopistas y autovías ya se cumple con el requisito de disponer de una separación entre sentidos de circulación. Por su parte, la Xunta quiere crear una red autonómica de estacionamiento seguro para camiones. La primera será en San Cibrao das Viñas.

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