Los efectos de prorrogar las cuentas estatales: demora en el Corredor Atlántico y rebajas de peajes en el aire

La convocatoria anticipada de las elecciones catalanas ha provocado que el Gobierno, por orden de Pedro Sánchez, renuncie a elaborar los presupuestos generales del Estado (PGE) correspondientes a este año y se centre ya en los de 2025. Esto lleva a prorrogar las cuentas de 2023 y, entre sus consecuencias, está la de limitar seriamente la capacidad de actuación del Ejecutivo. Entre otros efectos, figura el no poder emprender ninguna inversión nueva y solo dar continuidad en su ejecución a las que ya estaban programadas o licitadas. Esto supone que el Corredor Atlántico ferroviario, por ejemplo, no podrá sumar ninguna intervención este año y que la comprometida rebaja de peajes tanto en la AP-9 como en la AP-53 (Santiago-Dozón) se queda en vía muerta.

De la misma forma, el acuerdo de investidura del BNG con el PSOE, que recogía precisamente numerosas actuaciones este año previa inclusión en los PGE, queda muy desdibujado, pues los nacionalistas ya querían ver en 2024 los frutos de su apuesta por dar la Presidencia del Gobierno a Pedro Sánchez. “No vamos a permitir que esa decisión afecte al incumplimiento de medidas que afectan a los gallegos”, advirtió ayer el diputado del Bloque en el Congreso Néstor Rego, que exigió a Moncloa que busque la forma de sacar adelante los compromisos pactados en el acuerdo de investidura.

En Galicia, el presidente de la Xunta en funciones, Alfonso Rueda, encargó a la Consellería de Facenda que elabore un informe sobre las consecuencias que tendrá para Galicia la prórroga de los presupuestos del Estado, que considera una “malísima noticia”.

En todo caso, no es la primera vez que un Gobierno de España funciona con las cuentas prorrogadas. Puede seguir gestionado, aunque, eso sí, con severas limitaciones de gasto y de margen de maniobra.

En el caso de Galicia esto supondrá que el Corredor Atlántico de mercancías siga durante todo este año tal como estaba programado en 2023, con las actuaciones que ya estaban en marcha, pero sin opción de emprender nuevas intervenciones.

El pasado año estaba previsto que se presentara el plan director del Corredor, el documento en el que se recogerán las inversiones, el calendario y las acciones concretas para modernizar la línea ferroviaria interior por la que se moverán las mercancías con destino al resto de Europa. Pero se retrasó a la espera de que Bruselas aprobara el nuevo reglamento de la red de transporte transeuropea, por lo que si este año se presenta el plan director, habrá que esperar a los presupuestos de 2025 para comenzar a aplicarlo.

Otro compromiso de difícil cumplimiento es la prometida rebaja de los peajes en la AP-9 y en la AP-53, que se sumarían a los ya implantados. La reducción de las tarifas sería notable y el PSOE firmó con el Bloque que ya se incluirían en los presupuestos de este año.

También estaría recogido en las cuentas de 2024 la creación de los juzgados extraordinarios de violencia de género en Lugo, Ourense y Santiago.

Ante eso, Néstor Rego cree que el Gobierno tiene margen y cuenta con los “mecanismos suficientes” para cumplir con la agenda gallega pese a la prórroga. “Si el Gobierno dice que con los presupuestos prorrogados puede gobernar, el Gobierno podrá cumplir los acuerdos a los que llegó haciendo las modificaciones necesarias”, sostuvo el diputado nacionalista.

Tras el Consello de la Xunta, Alfonso Rueda criticó la renuncia a elaborar los PGE tras insistir Pedro Sánchez “que eran una prioridad”, ya que “un Gobierno sin presupuestos” es como “un coche sin gasolina”. Para el titular de la Xunta, “Galicia se va a perder muchísimas oportunidades”. “Muchas de las cosas a las que tenemos derecho, y que voy a seguir reclamando, se verán muy dificultadas por la ausencia de presupuestos que espero que no le valga también como excusa para seguir privilegiando a unos territorios sobre otros”, indicó.

La inversión presupuestada en Galicia en 2023 fue de 1.074 millones de euros, de los que 376 fueron para modernizar el tren e impulsar el Corredor Atlántico. Pero este año, incluso sin presupuesto, el Gobierno puede mantener una actividad ordinaria similar, dado que el pasado año, durante el primer semestre, solo había ejecutado un tercio de los fondos previstos (302 millones). Y el segundo semestre estuvo marcado por las elecciones y las dos sesiones de investidura, por lo que tampoco se pudo avanzar demasiado.

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