Casi un centenar de propietarios ya piden convertir sus locales comerciales en viviendas

Inmobiliarias critican demoras en la concesión de licencias para la conversión superior a un año | “Nos ocupan el 90% de las consultas”, detallan los arquitectos

Ourense, la ciudad gallega con más bajos comerciales vacíos. |   // I. O.

Ourense, la ciudad gallega con más bajos comerciales vacíos. | // I. O. / ELENA Ocampo

ELENA Ocampo

Una clínica dental en A Coruña reconvertida en piso o un antiguo restaurante en Vía Norte reformado como vivienda. La ley ya lo permitía desde 2010 pero ahora, con la flexibilización de los criterios para cambiar un local comercial vacío en una casa, los propietarios han visto una oportunidad clara de transformar la necesidad, en virtud.

Existe un “efecto llamada” que confirman desde la propia Oficina de apoyo a la rehabilitación del Colegio de Arquitectos. Así, desde que la modificación de las Normas de Habitabilidad en Galicia entró en vigor, a mediados de enero, casi un centenar de propietarios habrían solicitado una licencia municipal que les permita transformar sus bajos —y entresuelos— de oficinas o locales comerciales en una vivienda. Así lo confirma el presidente de la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein), Benito Iglesias, que sitúa en Vigo, con más de medio centenar de peticiones, en la zona de Galicia con mayor demanda en la actualidad de conversiones de este tipo. La tríada de A Coruña, Ferrol y Santiago seguirían en orden de peticiones, con una treintena y luego, Pontevedra y Lugo, que registraron una docena, según cálculos de Fegein. Paradójicamente es la ciudad que en la actualidad registra más locales vacíos, Ourense —con 2.400, de los 7.045 que constata la patronal inmobiliaria, en el circuito de comercialización de Galicia— la que tiene menos expedientes iniciados.

No obstante, la arquitecta gallega residente en Ourense, Elvira Carregado, explica que hay mucho movimiento por parte de propietarios y el 90% de las consultas que reciben ya están relacionadas con este motivo. Del mismo modo, el coordinador de la Oficina de apoyo a la rehabilitación del Colegio de Arquitectos de Galicia (COAG), Eduardo Alonso Lois, confirma el “incremento de solicitudes “ incluso de asesoramiento de arquitectos, desde el anuncio del decreto que facilita la conversión de bajos comerciales sin uso en viviendas.

En Vigo, los locales vacíos se situaban este enero en 1.170, seguidos de 925 en la ciudad de A Coruña y 2.250 en toda la provincia. “Esta medida va a contribuir a paliar el grave problema de la falta de oferta de viviendas en alquiler. Y no se debe permitir construir viviendas nuevas de menos de 40 m2 sean de locales reconvertidos en viviendas, sea está habitual o residencial. Los ayuntamientos deben regular la transformación de locales a viviendas con la nueva normativa y ahí es, precisamente, donde la normativa en vigor no esta teniendo el efecto esperado al estar sometida a plazos de concesión de licencias urbanísticas con tiempos de espera superior a los 12 meses totalmente inasumible e injustificables”, defiende Iglesias. “La reconversión de locales en viviendas —añade— debe contemplarse en las modificaciones a incluir en su momento en los PXOM como seria alternativa a los bajos vacíos”.

Por su parte, Eduardo Alonso explica que, a nivel arquitectónico, los principales problemas que se están encontrando en la adaptación de los bajos comerciales es que estos son “estrechos y no suelen tener luz al fondo”; elementos que imposibilitan la correcta ventilación de la futura casa. Para Alonso, el “verdadero quid de la cuestión está en combinar el derecho de tener vistas y relacionarse con el entorno a través de las ventanas a pie de calle, con el cumplimiento de la protección de la intimidad. Las soluciones para lograrlo pasan, a veces y según el arquitecto, por elevar la altura del suelo de la vivienda o, en otras, en hacer un retranqueo de unos dos metros que permita visibilidad desde el interior, pero no desde el exterior. Consultado sobre los muchos locales a pie de calle en “cascos vellos” gallegos, matiza que —en ese caso— el hecho de que originalmente e históricamente esos bajos ya fueran viviendas, o el comercio de la persona que habitaba el edificio, facilita el proceso.

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