El rey emérito y la infanta Elena navegan casi tres horas por la ría de Pontevedra

Juan Carlos I y la infanta Elena salieron ayer a navegar por primera vez en este año por la ría de Pontevedra. La meteorología ha acompañado para que el rey emérito pudiese subirse al Bribón y su hija hiciese lo propio a bordo de la lancha semirrígida Cristina.

Sobre las 13.00 horas el monarca llegó al puerto deportivo de Sanxenxo y, sentado en el asiento del copiloto, saludó a los medios de comunicación que lo esperaban.

Antes de descender al embarcadero permaneció hablando, junto con su hija, con varios miembros de la tripulación, recibió la visita de Inés Muiños, la mujer de Josep Cusí, y posteriormente, vestido ya con ropa náutica, gorra y gafas de sol, descendió las escaleras que dan al pantalán.

Una vez que el rey emérito se sentó a la caña del Bribón la infanta Elena le sacó varias fotos y, después, se subió a la otra embarcación. Minutos antes de las cuatro de la tarde, los dos barcos regresaron al puerto deportivo de Sanxenxo.

La estancia del emérito en Sanxenxo se debe a que los días 16 y 17 comenzará, si la meteorología lo permite, la cita anual de la flota de 6 Metros, que tiene previsto ocho regatas hasta el mes de noviembre.

Tras cinco meses sin navegación en esta categoría, las jornadas que se disputarán en la ría de Pontevedra traen consigo una meteorología en la que el viento será uno de sus principales protagonistas.

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