La lluvia trunca los planes del rey emérito, que no sale a navegar

La lluvia truncó ayer los planes de Juan Carlos de Borbón, que finalmente no salió a navegar junto al resto de la tripulación en el primer día de regatas que se disputan en Sanxenxo.

Sin embargo, su barco, el Bribón, sí salió a navegar con el resto del equipo bajo el mando de Jane Abascal, llevándose el triunfo en la única manga disputada de la liga de seis metros, que tiene ocho pruebas hasta noviembre. En la jornada prevista para hoy, si la meteorología lo permite, Juan Carlos I se sentará a la caña del Bribón para participar en la segunda jornada de regata.

El rey emérito sí pudo navegar el viernes en la ría de Pontevedra durante más de dos horas y, por la noche, salió a cenar junto a su hija Elena a un restaurante de Cambados, en el que disfrutaron de pescados y mariscos de la ría de Arousa y de vino Albariño en compañía de su amigo y anfitrión en Sanxenxo, Pedro Campos y su mujer, Cristina Franze, junto con otras dos personas.

La infanta Elena ha abandonado ya Sanxenxo tras pasar dos días junto a su padre. Ayer, minutos antes de las 15.25 horas, la hija primogénita del rey emérito salió de la casa que Pedro Campos tiene en la zona de Nanín rumbo al aeropuerto de Vigo.

La infanta llegó a última hora de la tarde del jueves a Sanxenxo y en la jornada del viernes disfrutó de un día de navegación con el exmonarca y con Inés Muiños, la mujer de Josep Cusí. Todo apuntaba a que Elena tripularía alguno de los veleros en la regata de este fin de semana, pero finalmente no fue así.

Juan Carlos I está en Sanxenxo desde la noche del miércoles. El jueves dedicó toda la jornada a descansar y reponer fuerzas para poder participar el fin de semana en la primera regata del año de la Liga Española de la clase 6 Metros, la principal razón, junto con los amigos y la gastronomía, de su presencia en la ría en su sexta visita a Galicia desde que fijó su residencia en Abu Dabi en 2020.