Entrevista | Francisco Martínez López ‘Quico’ Exguerrillero franquista

“Una manera de curar es a través de la verdad, reconocer el genocidio franquista”

Este leonés que mañana cumple 98 lúcidos años es reconocido con el Premio Mártires da Liberdade de Abril de Lume e Ferro de Carral

Participantes, ayer, en el acto de entrega del premio Mártires da Liberdade a Francisco Martínez López ‘Quico’ portan una fotografía del homenajeado, que no pudo asistir a la ceremonia.   | // VÍCTOR ECHAVE

Participantes, ayer, en el acto de entrega del premio Mártires da Liberdade a Francisco Martínez López ‘Quico’ portan una fotografía del homenajeado, que no pudo asistir a la ceremonia. | // VÍCTOR ECHAVE / Marta Villar

La mejor venganza contra las dictaduras y los totalitarismos es disfrutar de una vida muy larga dedicada a luchar contra ellas y defender de forma incansable los valores de la democracia, el respeto, la igualdad, la libertad, la dignidad de las personas y la memoria. Francisco Martínez López, más conocido como Quico (El Bierzo, 1925), cumple mañana 98 años y sigue recorriendo toda la geografía para relatar su experiencia como guerrillero antifranquista uno de los últimos que aún viven, y exiliado en Francia. Ayer, por una indisposición, no pudo asistir al acto en el que iba a recibir el Premio Mártires da Liberdade que entrega la Asociación Abril de Lume e Ferro de Carral.

No deja de recibir reconocimientos.

Agradezco este gesto hacia mí por el contenido histórico que tiene, como forma de reconocer la causa en la que estamos implicados todavía para que la verdad triunfe.

¿El auge de la ultraderecha en España en la actualidad invita al pesimismo sobre el futuro?

Es como una herida que no se cura y vuelve a resurgir. Los efectos de la dictadura tendrían que haberse tratado democráticamente y cerrar las heridas del pasado. Una manera de curar es a través de la verdad y el reconocimiento de lo que ha sido el genocidio, con la condena, al menos simbólica, de todos aquellos que se han prestado a masacrar al pueblo en nombre del fanatismo fascista. Si eso se hubiese hecho en la Transición hoy la derecha sería una derecha civilizada, tendría sus objetivos de carácter económico pero moralmente respetaría la democracia. Esta derecha de hoy no la respeta porque se inspira en los mismos principios de la herencia del Franquismo. Y por eso es necesario el testimonio de todas las personas que han conocido aquello, que puedan manifestarse, e ir reconstruyendo nuestra historia.

Muchos jóvenes de hoy desconocen la historia del Franquismo o tienen una idea confusa de esa etapa.

Tampoco hay que mortificarse en el dolor. Hay que buscar la solución, no solo el lamento sino destacar los valores democráticos, los valores básicos de la República, de libertad, armonía, construcción, fraternidad y progreso, que quedaron interrumpidos por el Franquismo.

Los restos de Franco no se retiraron del Valle de los Caídos hasta 2019. Son sobre todo asociaciones las que promueven exhumaciones de asesinados en las cunetas.

Sí porque las fuerzas políticas de este país, todas ellas, han sido timoratas, como si tuvieran prejuicios, y no hay una ley que cubra aún decentemente a las víctimas, al menos el reconocimiento para no volver a repetirlo. Cuando el poder legislativo tiene que estar al servicio de la sociedad. Por eso son importantes estos trabajos de memoria.

Unos trabajos a los que usted contribuye de forma incansable, a punto de ser centenario.

Porque estoy vivo, porque la mayoría de mis compañeros han muerto en combate y otros de edad. Mi único mérito es ser fiel a nuestro compromiso. Desde los 14 años, finalizada la guerra, estuve en el movimiento guerrillero, en El Bierzo. Muchos compañeros murieron, también parientes míos. Estuve hasta 1951 en que pasé a Francia . Desde que regresé, ahora vivo en Alicante, hago el trabajo más importante que podía hacer, unirme a las personas que como yo reivindicamos la verdad y la justicia democrática.

Transmite su experiencia a las nuevas generaciones.

Mi satisfacción es ser fiel a todos esos principios, actitudes morales y cívicas que siempre reivindiqué yo y mis compañeros. Mi papel es ser fiel a eso y hacer todo posible para transmitirlo. Otros compañeros harían lo mismo que yo si vivieran.

Usted es uno de los últimos guerrilleros antifranquistas.

Ya no quedan compañeros de la época de la guerrilla, yo era de los más jóvenes. Nos llamaban bandoleros, personas sin escrúpulos, y luchamos contra esa imagen que no era cierta. Las nuevas generaciones no tienen culpa de no saber la verdad porque no se les ha enseñado, por eso tenemos que dar nuestros testimonios.

¿Transmitir a las nuevas generaciones esta historia es su objetivo?

Para mí es una satisfacción pero sobre todo un deber transmitir a los jóvenes esto, ayudarles a construirse como personas democráticas, cultas. Me lo he tomado como una obligación. Por eso voy a universidades, institutos...

Cuenta con la ayuda de su hija.

Lleva trabajando mucho tiempo en estos temas de investigación sobre memoria histórica. Ella es francesa pero hizo muchos trabajos de memoria al venir a España, sobre todo de la situación de las mujeres.

Así su hija continuará su labor.

Eso es muy importante para mí. Ella hizo su tesis doctoral sobre la guerrilla en Galicia. Me ayudó mucho a hacer mi fondo de archivo, documentos de todos estos cincuenta años que deposité en el archivo histórico de Valencia para que sea de acceso público a investigadores e interesados. Correspondencia con todas las instituciones y fuerzas políticas de España, documentos que prueban la falta de compromiso con la reparación del pasado.

Además de charlas y conferencias, también relata su experiencia en libros.

Publiqué Guerrillero contra Franco primero, hablando de la etapa en León entre 1936 y 1951, y después el exilio. Y en 2022 publiqué Caminos de resistencia, para hacer la síntesis de las tres etapas fundamentales en las que he estado implicado en colectivos de lucha por la memoria y la democracia.