Veinte años. Un aniversario redondo, completo, que recoge importantes acontecimientos que han marcado tanto la identidad de A Coruña como la personalidad de los coruñeses y las coruñesas, fuertemente definida por un orgullo de pertenencia a una ciudad abierta, cosmopolita y dinámica que no ha dejado de evolucionar año tras año.

Sin embargo, la crisis sanitaria y económica en la que todavía nos encontramos, pero de la que empezamos a salir, ha supuesto un punto de inflexión que nos ha llevado a replantearnos el camino a seguir a corto, medio y largo plazo. Nos hemos visto obligados a revisar, redefinir, reorientar y reinventar la actividad tanto en el plano económico, como en el político o en el social y, por supuesto, en el plano personal y familiar.

La razón de ser de la Cámara de Comercio de A Coruña es estar al lado de nuestras empresas, defender sus intereses y facilitarles su actividad. Ahora, más que nunca. Y vamos a seguir adaptándonos y evolucionando para continuar guiándolas y ayudándolas a ser más competitivas. Porque A Coruña y su área deben mantenerse como un polo de dinamismo empresarial y, para ello, tiene que ser sostenible, tecnológica, emprendedora, dinámica y libre.

Situar a nuestras pymes en mercados internacionales, dotarlas de herramientas y conocimiento para que operen en el exterior es una vía indiscutible para impulsar nuestra economía. Del mismo modo, el apoyo, el acompañamiento constante y la defensa de los intereses del comercio minorista deben seguir marcando nuestras prioridades.

La educación forma los cimientos del futuro, marca el camino hacia la libertad. Y también aquí debemos adaptarnos. Tenemos que ser ágiles en la adecuación de la oferta formativa, apostar por modalidades que, como la FP Dual, respondan a las necesidades reales de las empresas, fomentando así la creación de empleo de calidad y anticipándonos a las necesidades del futuro. Por supuesto, una enseñanza universitaria puntera en investigación, capaz de aplicar y transferir conocimiento y que combine oferta pública y privada ayudará a que retengamos un talento muy valioso para el futuro de nuestras empresas.

El reto demográfico, frenar la despoblación y la caída de la natalidad, debe ser otra de las grandes prioridades de aquí a los próximos años. El impulso al empleo y al emprendimiento, la capacitación, el diseño de planes de igualdad o la apuesta por revitalizar entornos rurales son algunas herramientas que ayudarán a animar y a incentivar la natalidad.

Contamos con importantes proyectos tractores que marcarán nuestro futuro y en los que tenemos grandes esperanzas. La Cidade das TIC será un centro de I+D+i estratégico para ayudar a nuestras empresas en sus procesos de transformación tecnológica y para posicionarnos como referente innovador. El Novo Chuac es un claro ejemplo del excelente nivel de nuestro sistema sanitario, pero también de la proyección que está adquiriendo una Coruña en la que se refuerza, cada vez más, la calidad de vida de la que siempre nos hemos sentido orgullosos.

Quiero destacar en este contexto de camino a la excelencia el papel que tendrá la futura Oficina de Promoción Tecnológico Industrial impulsada por la Cámara para atraer inversión, principalmente en el contexto de la Industria 4.0, tanto hacia los polígonos industriales ya implantados como hacia aquellos en vías de desarrollo. Unas actuaciones que estarán alineadas con las políticas en materia de promoción industrial y atracción de inversiones existentes a nivel europeo, nacional, autonómico y local.

Apostar por unas conexiones terrestres, aéreas o marítimas altamente competentes es una vía indiscutible para enlazar nuestro sistema productivo con los principales destinos internacionales. Es por ello que debemos trabajar de manera coordinada para que el aeropuerto de Alvedro recupere e incremente conexiones estratégicas.

Del mismo modo, el tren a Langosteira supondrá un impulso para el puerto y la ciudad. Un puerto que será un catalizador de la innovación energética de la industria de su entorno, mediante el uso de energías renovables y con cero emisiones a la atmósfera, y la creación de un polo industrial, energético y marino.

Acercar Galicia a Madrid con el AVE ayudará a mantener un necesario equilibrio entre territorios, ofreciendo una mejora en los servicios a la comunidad, especialmente al empresariado, que redundarán en el impulso a la recuperación económica que A Coruña, en particular, y Galicia, en general, necesitan emprender.

A Coruña avanza, crece e innova y seguirá haciéndolo gracias, estoy seguro, a la coordinación de todos. Agentes sociales, políticos y económicos debemos trabajar con un objetivo único y común, posicionar a nuestra ciudad entre las más punteras del noroeste peninsular.