Andrés Martínez y su hijo Benjamín se han propuesto convertir Porriño en el municipio más afortunado de España. Ambos, al frente de la administración El X de la Suerte, vendieron cuatro de los doce números premiados en el Sorteo Extraordinario de Navidad. Dos quintos (el 92.052 y el 89.109) y dos cuartos (el 42.833 y el 91.179), que superan a los tres quintos vendidos por la famosa Doña Manolita. El X de la Suerte lleva un par de años perfilándose como una seria competencia para la mítica administración madrileña y, con los cuatro premios repartidos ayer, consolida su ofensiva.

El premio más madrugador que se cantó en el Teatro Real fue el 92.052, un quinto que ya situaba a Porriño en el mapa de municipios agraciados con alguno de los premios del sorteo de Navidad. “Igual de contentos que si hubiéramos dado el Gordo”, contaba Benjamín Martínez, pasadas las 09.23 horas, momento en el que salía esta primera bola premiada con 6.000 euros el décimo.

Quizás sea ese el secreto de El X de la Suerte, la ilusión que derrochan padre e hijo y que contagian a sus clientes, que no dudaron en pasar a felicitar a esta familia lotera. Y tuvieron que hacerlo durante toda la mañana, porque tras el primer quinto, llegaron dos cuartos, el 42.833 y el 91.179, ambos agraciados con 20.000 euros el décimo. La alegría era inmensa, pero como Andrés y Benjamín ya son unos profesionales en esto de repartir suerte, esperaron a que los niños de San Ildefonso cantasen todos los premios para descorchar el champán. Y bien que hicieron, porque el último en salir, el 89.109, otro quinto, también se había vendido en esta administración de Porriño.

“Hemos aumentado; el año pasado fueron tres premios y este año hemos dado cuatro”, comentaba Andrés al término del sorteo, haciendo hincapié en que “cuatro de los doce premios posibles” se vendieron en El X de la Suerte; todos a través de la máquina. “Una campaña de Navidad muy satisfactoria”, valoró su hijo. En total, 52.000 euros que no se reparten todos los días, aunque, en el caso de la administración que regentan padre e hijo, sí se repite cada Navidad, al menos desde 2011, año en el que comenzó la leyenda de El X de la Suerte.

Algún pequeño pellizco sonrió a los vecinos de Gondomar y Tui. Además, a las 11.13 horas, salía el tercer quinto, el 26.711, vendido en la Administración Número 2 de Baiona, cerrada ayer para reivindicar unas comisiones justas para el sector.