El Parque de San Domingos de Bonaval, en la ladera poniente de la colina de la Almáciga, ofrece vistas singulares de los tejados de la zona antigua, que se van ampliando a medida que vamos subiendo por la falda. Desde aquí la abigarrada ciudad histórica parece vivir ajena a nosotros, concentrada en su intimidad doméstica, en su cotidianeidad. El mejor momento para visitar este parque mirador es el atardecer.