Conversa sobre el Pazo con Carlos Babío Urkidi y Manuel Pérez Lorenzo.

Una palestra, una conversación, para conjugar pasado, presente y futuro del Pazo de Meirás.

Al hacer 50 años, desclasificáronse muchos documentos, aun no todos, referidos a Meirás. La investigación puso sobre el papel los fraudes, las extorsiones, la violencia, los intereses que convertiron las torres de Meirás en la sede de la corte gallega del dictador.

La "apropiación" de Meirás se hizo con expropiaciones forzosas, con parte del lote de muchos marineros, de las nóminas del funcionariado, de las arcas públicas del Ayuntamiento chupadas para la compra y mantenimiento del pazo. El Pazo de Meirás fue enriquecido con piezas espoliadas de otros bienes patrimoniales públicos.

Próceres de A Coruña, como el alcalde Alfonso Molina o el banquero Barrié de la Maza precisaban garantizar la cercanía con el centro de poder. Llegado el verano, el dictador y todo el aparato de jefe de estado disponían del entorno rústico en las Torres de Meirás o más vilega en la Casa Cornide; mientras, rebeldes o sospechosos de sello eran, en el mejor de los casos, hospedados en el "hotel Rejas" (la cárcel).

Murió el dictador en 1975. El jefe de estado sucesor creó el título "Ducado de Franco", hoy vigente. El Pazo de Meirás sufrió un curioso incendio en 1978 y fue objeto de indemnizaciones, subvenciones... a pesar de servir de escenario para fastos y propaganda fascista.

En los despachos de Meirás se escribieron novelas, se dictaron decretos y lucieron sables. Aún paran y se agitan muchas plumas para que permanezca el que el dictador dejó atado, para dificultar el trabajo de investigación de Carlos Babío Urkidi y Manuel Pérez Lorenzo; mas podemos leer el libro "Meirás: un pazo, un caudillo, un expolio", publicado por la Fundación Galicia Siempre, y conversar con ellos en el Centro Ágora y saber de su asesoramiento a la Abogacía del Estado y en las comisiones de expertos del Parlamento y de la Diputación o del manifiesto "Volver a pagar por el robado: una sentencia inasumible para un Estado democrático", que promovieron y que registraron con mas de tres mil firmas, incluido el apoyo de entidades como la Asociación vecinal Agra.