La cámara tiene encuadrado a un pobre hombre en el suelo pidiendo ayuda. Se le ve desasistido y necesitado porque está expuesto a algo tan duro como el viento, la lluvia y el frío. Está sufriendo los ataques de la crítica de quienes le acusan de humillar a un mendigo en Hamburgo el día en que el Atlético de Madrid ganó la Europa League.)

-En la columna de hoy quiero demostrarle a España entera que la gente es generosa. Este hombre lleva aquí pasando penalidades bastante tiempo. Ahí quiero que lo enseñes, Edu.

(El cámara se acerca al pobre hombre y se aprecia que se trata de Manolo Lama, el ex reportero deportivo de Cuatro, que se abraza bajo la manta que le cobija a un perro que se parece mucho a Manu Carreño. Ambos se dan calor y compañía porque lo único que tienen en la terrible situación en que se encuentran es el uno al otro).

-Y ahora quiero que los espectadores tengan un detalle con él. A ver. Vamos a echarle pasta al amigo. Ahí está (deposito cincuenta céntimos en su platillo vacío). A ver, la gente del público. Mira. Vamos a ver. A ver. Ahí empiezan. ¡Un móvil! (alguien pone un móvil en el platillo). Pasta. Vamos, vamos. Mira: cinco pavos. Métete ahí, Edu. (Varios espectadores rodean a Lama haciendo ademán de entregarle algo, pero cuando se apartan en el platillo apenas hay alguna moneda. Ni rastro de los cinco euros que habían enseñado antes). No, a ver. A ver, la pasta, la pasta. ¡Una bufanda! Una bufanda pa'l colega. Ahí. Venga, mira, más pasta. Pasta de Las Palmas. Ahí, ahí. Que este hombre sea feliz, joder (el ambiente festivo que rodea al pobre hombre llega al plató central y se ríen de lo que están viendo). Bueno, por lo menos va a tener el hombre para estar en el paro tranquilo y caliente. La Visa. La Visa de un colega. Ahí tiene la Visa. Bueno, termino el artículo de hoy despidiendo la conexión. (Un instante antes, el público le quita el móvil, la bufanda y la Visa a Lama, que se queda mirando sin entender nada).