"¿Hay algo más apetecible que comerse el mundo? Yo creo que no", opina David Muñoz, que regresa a la parrilla televisiva con la segunda temporada de El Xef, docu-show que narra el duro proceso de apertura de su StreetXO en Londres, un sueño por el que ha hecho un "sacrificio brutal". A partir de este domingo a las 21.30 horas en Cuatro, cinco episodios descubrirán al espectador un proceso de dos años que comenzó "en un local en ruinas, en pleno corazón del barrio de Mayfair, hasta el día en que abre", además del proceso creativo "día a día" del cocinero, que reparte su tiempo entre el nuevo local londinense, StreetXO Madrid y DiverXO, con tres estrellas Michelin y también en la capital.

"Va a ser muy sorprendente porque transmite la locura que esto implica. Quiero bajar la creatividad a la tierra, mostrar que el proceso creativo de un cocinero implica mucha locura y mucha dedicación", manifiesta en una entrevista Muñoz, que con la primera temporada de El Xef logró un 9,5% de cuota de pantalla y casi dos millones de espectadores de media en sus cuatro entregas. "Enganchó tanto porque dio una visión bastante realista y nada edulcorada de lo que es la alta cocina y el emprendimiento. Gusta porque muestra un caso de éxito, con lo bonito y con lo difícil", dice al respecto.

El cocinero busca también compartir su "declaración vital": "Cuando se tiene un sueño se puede conseguir, pero con un sacrificio brutal y enorme. Al hablar de casos de éxito o emprendimiento se nos olvida contar que con el talento y las ganas no es suficiente, que hay que dejarse la vida en el camino", indica.

Es lo que ha hecho para abrir, a finales de 2016, StreetXO en Londres, una ciudad "extremadamente dura, que fagocita a la gente, porque de 50 personas que emprenden un negocio 48 se quedan por el camino". "Yo opté por la opción más arriesgada, un concepto muy radical y una inversión súper grande. StreetXO London es más evolucionado que StreetXO Madrid y es radicalmente diferente a lo que hay en Londres. Nos han recibido de acuerdo con nuestras expectativas, pero es durísimo. Tenemos mucha presión (...)", reconoce.