El programa Xente Marabillosa, que emite la TVG, y que es líder absoluto de audiencia en el prime time de los miércoles en Galicia, acaba de ser galardonado con el Premio Iris de la Academia de las Ciencias y las Artes de Televisión al mejor programa autonómico de España.

Este premio de la academia de la televisión, ¿cómo ha sido recibido por el equipo que hace Xente Marabillosa?

Nos pilló trabajando, pero la llegada de una noticia de este calibre supone una inyección de ánimo y de energía, además de ser la confirmación de que este programa que cuidamos tanto y al que nos entregamos tanto está llegando de una forma óptima no solo al espectador, sino al resto de nuestros compañeros de profesión, cosa que nos llena de alegría. Saber que la Academia de Televisión toma esta decisión con un formato como este, tan rupturista y diferente, es un motivo de agradecimiento y estamos lógicamente muy contentos por la noticia.

Un programa social, de denuncia y conciencia, pero enfocado desde el entretenimiento. ¿No es un delicado equilibrio?

Sí, es un delicado equilibrio. Hablamos de un formato de servicio público que denuncia, que conciencia, que busca visibilizar determinados temas que preocupan al tejido social, que preocupan a la gente de la calle, y muchas veces en esa visibilización ponemos cara a temas que no siempre vivimos en nuestra vida diaria sino que los vemos en las noticias o en la televisión. Creemos que implicar a la gente en estas realidades es algo maravilloso. Además, combinarlo con el entretenimiento, hacerlo digerible a la gente, hacerlo interesante y motivador, es un trabajo con el que también disfrutamos mucho aunque obviamente requiere bastante esfuerzo.

¿Cómo es dirigir un programa que toca temas delicados y a la vez trata de sacar a la luz lo mejor del ser humano?

Dirigir un programa de estas características es todo un privilegio. Es cierto que tocamos temas delicados pero lo hacemos para que aflore la mejor parte del ser humano, de las personas. Y en estos tiempos que corren, que son tiempos sinuosos, muy individualistas, saber que determinados temas que nos tocan en lo personal, en lo ético o en lo moral todavía hacen reaccionar a la gente siempre es indicativo de que hay esperanza para la especie humana. Y es muy disfrutable porque no es algo que habitualmente se pueda hacer en televisión. La televisión tiene muchas veces una conciencia más vinculada al entretenimiento, con un factor menor de compromiso, por lo que conseguir que un programa de este tipo funcione, que recompense al espectador con un poco de esperanza y de energía positiva, de superación muchas veces, es un auténtico placer.

¿Qué temas nos esperan para esta temporada?

Más allá de los programas que hemos emitido como Galicia contra el fuego, acoso escolar, edadismo o estafas a mayores, vamos a seguir tocando temas muy delicados e importantes, como alcohol y juventud, en el que reflexionamos sobre las maneras que tienen los jóvenes de pasárselo bien vinculadas al alcohol y las consecuencias que eso conlleva. O un especial sobre el suicidio, un tema considerado tabú hasta hace muy poco tanto a nivel social como a nivel audiovisual y que afrontamos con toda la delicadeza y la valentía que requiere. También tocaremos los temas de las lindes en Galicia, un clásico de nuestra idiosincrasia, reflexionaremos sobre un tema de nuevo cuño conocido como extranjerofobia que en Galicia tuvo el peor de los ejemplos en el crimen de Santoalla. Tenemos programas muy interesantes que creemos que calarán hondo entre el público.

¿Existen temas tabú en Xente Marabillosa?

Pues no, de momento no existen temas tabú para Xente Marabillosa. En ese sentido, hemos contado con todo el apoyo y la colaboración de TVG, que nos ha dado el empujón que necesitábamos en cuanto a confianza para sacar adelante este programa, así que se puede decir que los temas tabú no son un tabú en Xente Marabillosa.

¿Qué papel desempeña la presentadora Lucía Rodríguez en el programa?

Un programa de estas características, con esta sensibilidad tan concreta, necesita de una persona que derroche empatía, que sea capaz de conectar con la gente que nos ve, con la gente que nos visita en plató, de conectar con la gente que participa en las cámaras ocultas. Es una labor complicada que ella hace que sea sencilla y por eso en el equipo estamos absolutamente enamorados, profesionalmente, de Lucía Rodríguez.

¿Cómo explica el fenómeno que se ha vivido en internet con los contenidos del programa y las cámaras ocultas?

Esa es una de las marcas de la casa de Xente Marabillosa. Creo que se podría explicar por una cuestión que yo reivindico mucho, que es el realismo y la pureza de lo que ves en pantalla. Las personas que reaccionan lo hacen desde el corazón, no tanto desde la cabeza. Esa verdad que hay en su defensa de los valores sociales, contra los comportamientos discriminatorios y las injusticias, creo que es algo que llega de manera excepcional a la gente, tanto en televisión como en redes. Es verdad que las redes tiene esa capacidad de progresión geométrica de la difusión de contenidos, pero creo que todo gira y todo se soporta en base a la pureza de lo que ves.

¿Qué ha supuesto en su trayectoria profesional asumir la dirección de este programa?

La invitación que me llega de Santi Gutiérrez, productor ejecutivo del programa, para dirigir este nuevo formato se produce en un momento en el que yo ya había tocado muchos palos profesionales tanto en nacional como en autonómicas, palos vinculados a la dirección de televisión pero sin ser dirección completamente. Estaba esperando por un proyecto que me estimulase lo suficiente como para asumir esa responsabilidad. Xente Marabillosa tiene una potencialidad que me enamoró desde el minuto uno.