-Oído, cocina: dice avecilla que los excesos del botellón —y adyacentes— este verano van a motivar una fuerte presión vecinal para que se haga algo más de lo que hasta ahora se hizo. Y que nadie se llame a engaño: hay intención de incluir este asunto en muchas y muy diferentes iniciativas. Uyuyuy.

-El pájaro asegura que no se pretende criminalizar el ocio de los jóvenes, pero sí reclamar de una vez el fin de los desmanes. Y tocarán donde más le duele a los políticos: en la intención electoral de la gente, sobre todo de cara a las municipales que están al llegar. Y quien avisa no es traidor. ¿Oído?

-Hablando de avisos: los que han quedado con el culo al aire, por no atender, son algunos próceres sindicales y parte del staff rojo con el rollo de las peonadas sanitarias. Las cifras —que van apareciendo ya— demostraron hasta qué punto el tinglado es distinto a cómo lo habían pintado algunos. ¿No?

-Conste que aún se espera la voz, si es que la recuperó, de alguna que otra tribu autotitulada "defensora de lo público" ytaltal, que en estos años enmudeció quizá a causa de la red de intereses creados. Y, por cierto, estad atentos a eso: hay gente —en la izquierda del sur— que parece dispuesta a desenmascarar el tenderete completo. ¿Capisci?