La inanidad está dentro de la burbuja informativa municipal coruñesa. Lo refleja la abstracción de los titulares divulgados, como Coruña Futura y el ingreso en la red de turismo gastronómico. Tales enunciados periodísticos evidencian la escasez de ideas y lo difícil que resulta evocar la actividad del Gobierno local. No hacer nada requiere una técnica y un entrenamiento especial para la simulación que, a veces, no evita que el ciudadano advierta el largo trecho existente entre lo que dicen y lo que quieren justificar. Para La Coruña del futuro y su regeneración urbanística, el director del Plan, arquitecto Busquets, considera indispensable la construcción de la estación intermodal, asunto silenciado por el toponímico, en el negociado de "No toca". La inclusión de nuestra ciudad en la red de turismo gastronómico viene de suyo: nuestra Corporación municipal luce más kilos que quilates. Debieran aplicarse a idear un plato nuevo, novedad que hace más feliz al género humano que el alumbramiento de una nueva estrella. No deben quedarse en el lacón con grelos o en la cocción del marisco, cuyos olorosos vapores denotan la generosidad de la impaciencia. Si a Don Quijote le bastó un puñado de bellotas para iniciar el discurso de la Edad Dorada, los churros de Bonilla debiera utilizarlos el alcalde como "hecho diferencial". Sería una solución fácil para que el Sr. Negreira no se pierda en elucubraciones. La sencillez suele ser la solución con trampa para los problemas que no se saben resolver. Dentro de la burbuja regional, la novela Santiago, la leyenda del Santo Oculto, del juez y escritor Vázquez Taín, abarca desde el año 800 hasta nuestros días, incluido el robo del Códice Calixtino, cuyo sumario instruyó el propio autor. Esta circunstancia ha dado origen a cierta polémica, tanto por la oportunidad y premura de la publicación como por el conocimiento profesional del asunto del novelador. ¡Qué impaciencia la de algún juez y qué lenta la Justicia!

Otrosidigo

Sobre el vórtice del ciclón informativo que rodea a nuestra monarquía, recogemos entre los aforismos divulgados por Gregorio Marañón (1937-1942), una de las figuras clave del siglo XX español, que hablan de historia y libertad: "El papel más fácil de la sociedad es del rey; basta tener sentido común. Ahora lo difícil es que un rey tenga sentido común" (sic) (El Cultural, 26-03-2010).