Si hace unas semanas el FMI recomendaba a España que recortase los salarios un 10%, ahora, el actual presidente de la CEOE defiende quitar "privilegios" a los trabajadores con contrato indefinido, para dárselos a los temporales, proponiendo que "hay que ser imaginativos para originar contratos". Parece que no hay muchas ideas, queremos decir, muchas ideas buenas. No es de extrañar que haya tantos millones de parados. Ya en el siglo XIX, el filósofo suizo Henri F. Amiel decía: "No niego los derechos de la democracia, pero no me hago ilusiones respecto al uso que se hará de esos derechos mientras escasee la sabiduría y abunde el orgullo".

Al parecer los dos últimos presidentes de la CEOE no están muy acertados en sus declaraciones. El señor Gerardo Díaz Ferrán, presidente entre los años 2007-2010, decía que sólo se puede salir de la crisis "trabajando más y ganando menos". Fue detenido y acusado de alzamiento de bienes, blanqueo de dinero..., con eso dejó claro que no se refería a él, sino a los trabajadores. Se sentía un privilegiado.

Privilegio no es igual que derecho. Hay quienes confunden los dos términos. Derechos son aquellas condiciones necesarias para que la sociedad, en su conjunto, sea más justa y equitativa. Los derechos son consustanciales al hombre. Privilegio es algo que se otorga y se revoca, depende de una forma contractual previa. No es más que una excepción a la regla en circunstancias particulares. Privilegiados, por ejemplo, son algunos directivos de la banca que con indemnizaciones millonarias, ganan más que estando en activo o aquellos que distraen del erario público y aún no están encarcelados como cualquier ratero común; .....

Los privilegiados contemporáneos se olvidan de que la trata de esclavos primero y la esclavitud después, fueron abolidos. La ONU, en el año 1948, proclamó, con carácter universal, la Declaración de Derechos Humanos, que en su art. 4º señalaba lo siguiente: "Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre; la esclavitud y la trata de esclavos están prohibidos en todas formas". A pesar de ello, aún en la actualidad, existen casos de mujeres, jóvenes y niños, grupos vulnerables, a los que no sólo son violados sus derechos como trabajadores, sino como seres humanos; sometidos y tratados como mercancía en las redes de tráfico de personas. Desempeñan los peores trabajos, entre ellos la prostitución y los más duros y peligrosos. Al hablar de ello parece que nos referimos a otros continentes, pero no es así, aquí en España, en Europa, en América y en el resto del mundo, existen formas modernas de esclavitud como son la inmigración clandestina, prostitución forzada, etc.

El presidente de la CEOE olvida que los trabajadores no tienen "privilegios" sino derechos, reconocidos en la Constitución y en el Estatuto de los Trabajadores. La OIT (Organización Internacional del Trabajo) recordó que el convenio 175 de la organización recoge claramente que la conversión de un contrato de tiempo completo en parcial sólo se podrá llevar a cabo con la voluntad de los trabajadores.

Si se quitasen los "privilegios", que según el señor Rosell tienen los trabajadores con contrato indefinido, no habría diferencias, todos estaríamos, salvo gente como él, en la más absoluta precariedad. Lo que nos faltaba. En cierto modo, la misma filosofía del anterior presidente; "trabajar más, cobrar menos". Así nos va. Algo se está haciendo mal para que tengamos una tasa de paro tan elevada y no se mueva la economía. La imaginación debe ser para crear empleo, no para restarle derechos, no "privilegios", a los trabajadores, a quienes costó mucho esfuerzo dejar de trabajar de sol a sol, como antaño, por la comida o cobrando una miseria. Son otros tiempos.