El viernes 23 del pasado mayo nos dimos un paseíto hasta la Casa Grande para empadronarnos, por cambio de domicilio aclaramos, pues en el padrón municipal figuramos sin interrupción desde que vinimos al mundo en esta muy noble y leal ciudad, hace ya muchas lunas, cuando Franco tenía la Guardia Mora. Bueno, pues en la plaza de María Pita se había montado el gran espectáculo. Vísperas de Santa María Auxiliadora, patrona de la Guardia Municipal, esta exhibía entre otros poderes su sección de motos -Harley Davidson incluidas- la cual ejecutó un carrusel que nada tenía que envidiar al de los cuerpos policiales mas famosos. Carrusel, Guardia Urbana, Milicia Honrada, uniformes de época, pelucones... El espectáculo valía la pena y las palmas echaban humo. La presidencia del acto muy nutrida por autoridades judiciales, militares y, por supuesto, policiales. Brillaba por su ausencia el alcalde titular, sustituido por su mano derecha, el edil que está en el punto de mira de la magistrada De Lara, a la cual unos califican de juez/a estrella y otros tildan de justiciero/a. Al parecer el titular de la Alcaldía estaba malito. Afortunadamente por la noche superó sus dolencias y pudo asistir al mitin final pepero para las elecciones europeas, acompañando en el Finisterre a Núñez Feijóo, a la ministra Ana Pastor, y al único candidato galaico del PP, ese desconocido señor, pariente del presidente Rajoy, que resulta llevaba ya unos años como eurodiputado y nosotros sin enterarnos, lo que no obsta para desearle una feliz estancia a caballo entre Bruselas y Estrasburgo.

Tras la debacle de los grandes en las europeas, y ante la proximidad (falta un año) de las municipales, da la impresión de que Génova y Ferraz han emitido serias directivas para que su personal se mueva adecuadamente. Por lo que al carioca Negreira respecta tras su milagrosa curación y sin rencor alguno hacia la jerarquía pese a que Feijóo no lo llevó a Japón de jesusero, las consignas de su partido las cumple a rajatabla. No baja de tres fotos diarias en la prensa local. Asiste a todos los actos a los que solía enviar a sus segundos, como en el boxeo: "Segundos fuera", llega el asalto definitivo. Se multiplica el carioca-coruñés prácticamente convertido en un hombre-orquesta. La viñeta de Santy en LA OPINIÓN del domingo no puede ser mas explícita: el palco del estadio de Riazor en enero con un asiento vacío reservado para el alcalde, y a continuación su presencia entusiasta en la tarde del ascenso deportivista.

A Negreira le ha venido de perlas la visita de la princesa Ana de Inglaterra, que vino a la ciudad con motivo de la Conferencia de la Asociación Internacional de Ayudas a la Navegación Marítima y Autoridades de Faros (para los amigos IALA). Naturalmente fotos en todos los periódicos y en el ABC, como no podía ser de otra manera tratándose de la Princess Royal, a media plana la hija de Isabel II y el alcalde. Negreira tuvo que subir los 234 escalones de la Torre de Hércules para acompañar a S.A.R., pero lo vino bien al hombre no solo a efectos propagandísticos para la ya iniciada campaña de las elecciones municipales, si no también para mejora de su forma física. Sin embargo, creemos que para revalidar su triunfo de hace tres años Negreira tendrá que subir más de 234 escalones.