Hace pocos días la directora del aeropuerto de Peinador, Doña Noelia Martínez, al referirse a las terminales gallegas afirmó: "No tenemos rivalidad ni entendemos esa realidad en Galicia", manifestaciones repetidas el 23-03-17 en la prensa compostelana, con un aguijón. Los mismos medios informativos abren a toda página: "Feijóo abronca a los alcaldes (La Coruña, Santiago y Vigo) por la falta de coordinación aeroportuaria". El titular de la Xunta se ha olvidado de "Galicia destino único", y de las veces que el Gobierno autonómico organizó comisiones ad hoc, sin que se lograra poner fin al gaudeamus monopolístico y al acantonamiento de rutas aéreas en Lavacolla -cuyas fuentes nutricias de pasajeros son las dos grandes ciudades gallegas- aeropuerto, insistimos, al que destinó la Xunta morteradas millonarias en detrimento de Alvedro y Peinador. Ante tal mosaico de simplicidad, y la imposibilidad de que cualquier acuerdo fuera coherente con su base fundamental, el servicio público, y la aviación comercial lo es, se establece preferencial para atender a los mayores contingentes de población, como son las áreas de A Coruña y Vigo, cuya aportación económica a las arcas regionales en el caso coruñés, alcanza más del 40%. Ya no se puede sacar a la luz el mantra de Oporto, porque hace varios años, desde 2013, los hoteleros compostelanos exigieron respeto: desde la capital lusa les llega el grueso clientelar, que los mantiene a flote. Don Alberto, sin embargo, no se preocupó, al menos públicamente, por la inconclusa puesta a punto del aeropuerto de Alvedro, ni ha mostrado voluntad política de gestionar su resolución. Los gobernantes debieran renunciar a emitir sintagmas y tópicos y mirar más allá del azogue de la superficialidad. Cumplida de nuevo la fugacidad de los titulares periodísticos, a los ciudadanos solo nos queda el mismo papel que a los tiraboleiros, cuando se ha volatilizado el humo del botafumeiro.

Otrosí digo

El Sr. Louzán, presidente de la Federación Gallega de Fútbol, ha desactivado la sede oficial de La Coruña y se ha dedicado a sembrar delegaciones por doquier. ¿Dónde radica ahora la sede oficial? ¿La lleva consigo? ¿En su localidad de Ribadumia, dónde ejerció su respetable actividad como funcionario municipal?