Con el caso Hernández, los políticos están aprovechando, especialmente algunos, para meter en campaña de manera superficial un tema muy serio y profundo, nos jugamos respetar el derecho a la vida de las personas nacidas, a los no nacidos ya les hemos retirado ese derecho. Hay personas que quieren quitarse de en medio a los discapacitados, sin darse cuenta de que los discapacitados son ellos, al no ser capaces de pensar que pueda haber otra solución para los demás, más que la que ellos piensan que es la definitiva. La paradoja de la eutanasia es que el "eutanasiador" suele estar peor de la cabeza que el "eutanasiado", por ocurrírsele que el mejor modo de resolver un problema es cortar por lo sano, cuando no tiene por qué ser así.

Llevamos años, ahora se ha agudizado, discutiendo el presunto 'derecho a la eutanasia', una violencia que acaba con los demás porque yo lo digo, y no hay otra solución mejor para ellos que echarles de este mundo, antes de que los avances de la medicina o de la compasión sean mucho más paliativos. ¿En tan poca consideración tenemos la vida humana?