Alvedro ha sido una de las asignaturas mejor defendidas por la Marea Atlántica, como lo evidencia el incremento de usuarios y la ampliación del número de rutas. Posiblemente, este año rebase los 1.300.000 pasajeros. Todavía se necesita poner fin a la amputación de vuelos, a los desvíos injustificados, a regularizar el horario de controladores aéreos, etc. La apariencia de las estadísticas no expresará nunca las consecuencias que los hechos apuntados entrañan para la vida económico-empresarial de La Coruña y su poderosa área industrial. Las propuestas expresadas, hasta la fecha, por los alcaldables no superan los tópicos esgrimidos ya manejados: "tren lanzadera" a Santiago, "destino único", "coordinación aeroportuaria", tópicos, repetimos, en el cajón de sastre de la Xunta. Tampoco prosperó la semántica de los últimos tiempos "conectividad" trifásica, como la mejor sintonía entre los tres aeropuertos, al no contemplar que la economía de mercado no puede sustraerse a la libre competencia. Vigo y La Coruña son los núcleos neurálgicos de Galicia, por su población estratégica y geográfica, potencial económico-empresarial y sus grandes puertos, que necesitan imperiosamente de medios complementarios que faciliten el desarrollo regional. Pronto estará en actividad el Centro Logístico de Inditex en A Laracha y urge que los responsables de Fomento pongan a punto Alvedro y acierten a compaginar modernidad y tradición. Doña Ana Pastor, en su época ministerial, no acertó a relacionar la lógica con la logística y Langosteira se quedó sin conexión ferroviaria; el actual titular don José Luis Ábalos hace días estuvo en La Coruña, como número dos del PSOE, pero no tuvo curiosidad en visitar nuestro puerto exterior, uno de los más grandes de Europa. El señor Ábalos es uno de los políticos en cuyo magín parece albergar una especie de fricción complaciente.

En la prensa compostelana, don Santiago Grobas señala que el pasado 9 de mayo se recibió en Lavacolla una llamada anunciando que el controlador de Alvedro daba por terminada su jornada laboral (el aeropuerto cierra a las 01.00 horas y se esperaba un avión que había salido de Londres a las 00.26 horas). En estos casos, las compañías aéreas deben pedir ampliación de horario. A la 01.30 el controlador, que había retrasado su marcha media hora, dejó el trabajo. El avión, que tenía su llegada a las 02.00 horas, fue desviado con 180 pasajeros a Santiago, donde aterrizó a las 02.10 horas. A las 3 de la madrugada llegaron tres autobuses que trasladaron a los pasajeros a su destino final, La Coruña. Ustedes mismos.