D el pasto al plato, lema que define el objetivo de Le Cordón Blue Madrid, organización interesada en la formación, investigación y análisis de la carne de res, no solamente desde el aspecto gastronómico, sino también de su sacrificio, trazabilidad y consumo. Han visitado recientemente la granja gallega Fisterra Bovina World, que impulsa nuestro paisano D. José Portas, en Trasmonte (Ames), a 10 km de Santiago, donde se cruzan o hermanan razas de vacuno de todo el mundo, en edad semejante y con la máxima pureza. Además de cuatro ejemplares de rubias gallegas se han incorporado pares de cada una de las razas que se citan: Angus Aberdeen, Wagyu, Simmental, Galloway, Hereford, Dexter, Highland, Cachena, Limiá, Sayaguesa, Maronesa y Frisona. Galicia es, sin duda, el mejor lugar del mundo para la cría de ganado bovino, por sus maíces y pastos autóctonos. La hermandad de la rubia gallega con las razas antecitadas, ofrecerá un producto extraordinario y se cumplirá con la demanda de más de un centenar de restauradores y charcuterías de nivel mundial, tras haber superado dos catas, una a cargo de reconocidos tablajeros y otra de especialistas del ramo gastronómico internacional. En Nadela (Lugo), un monumento rinde homenaje a la vaca gallega, antecedente del levantado en la isla de Pinos en Cuba a la vaca ubre blanca, del Holstein y del Cebú (murió en 1987), que, al decir de la prensa castrista, aportaba a la economía cubana 109,5 litros diarios de leche. En toda la superficie gallega, el maíz y los pastos se brindan generosos a la crianza de reses cuya carne compite con al tan publicitada de Kobe. En la zona de Monterroso, doña María Álvarez, licenciada en Empresariales, inició su actividad ganadera con la importación de varias decenas de vacas holandesas, de las cuales, con la ayuda de la música de Mozart, obtenía leche de la mejor calidad. En Galicia, como observamos, se está rompiendo con el atavismo de llevar el ganado al monte.

La visita de los Reyes a Cuba nos trae el recuerdo de aquellos tiempos en los que los trasatlánticos Marqués de Comillas y Magallanes, llevaban para La Habana nuestros mejores brazos. Los más se afincaron en la españolísima isla, mezclando su sangre, con perfume de tabaco y abandono de los sentidos. En Cuba, fundaron el Centro Gallego, uno de los edificios emblemáticos de la capital cubana, que se perdió en las áreas de la "revolución" en la general incautación de bienes y haciendas de nuestros paisanos. Hasta la fecha, salvo error u omisión, no se conoce haber llevado gestión alguna para su restitución.