Es a los 23 años cuando Ken Wilber publica El espectro de la Conciencia, en donde se preguntaba: ¿qué tienen en común el hinduismo, el cristianismo, el budismo, el psicoanálisis o la psicosíntesis?

Dividido en dos partes, Evolución e Involución. A lo que puntualiza: “Cuando, a lo largo de todo este libro, nos referimos a la conciencia como un espectro o cuando digamos que está compuesta de diversas bandas o niveles vibratorios el lector deberá tener muy en cuenta que estaremos hablando en un sentido estrictamente metafórico”.

Wilber tomó en serio todos los niveles y se puso a estudiar los mismos. Tanto dentro del campo espiritual como del psicológico abriendo un abanico sumamente amplio y desconocido hasta ese mismo momento.

Ese largo peregrinar se sumaría a una de sus obras más personal e intimista, En la Vida y en la Muerte de Treya Killan Wilber. Vemos cómo la trascendencia se hace real (conciencia) y encarna día a día en unas personas de este mundo, de este tiempo, llenando de sentido sus vidas y es una llamada a la esperanza ante el desafío de la vida y de la muerte. Una obra sobre la filosofía perenne, término adoptado por Aldous Huxley en 1944, según el cual “el conocimiento de la Divinidad es la razón de la existencia humana y este es el Camino, la Ley, el Dharma, el Tao que la Humanidad debe seguir”.

Plantea Wilber que el desarrollo humano atraviesa una serie de estadios que van mucho más allá de lo que suele admitir la psicología occidental. De esa forma nos quedamos asombrados al ver cómo un autor desde su primera obra ha unificado a Freud con Buda, hasta entonces superados por diferencias aparentemente irreconciliables. Pero para introducir al lector en la gran obra de Wilber quizás tengamos que irnos a Breve Historia de todas las cosas, en donde vuelve de nuevo a hablar de conceptos tales como la guerra entre sexos, movimiento de liberación, choque de civilizaciones y se pregunta cómo llegar a esa transformación global. También otros autores, como el profesor Vicente Merlo en su última publicación Espiritualidad Transreligiosa. Sabiduría Oriental y Pensamiento Integral habla de este autor. Y de nuevo en un momento en que se habla de física cuántica y misticismo fue cuando en 1987 publicó Cuestiones Cuánticas. Escritos místicos de los físicos más famosos del mundo. Una obra como todas las de este autor contada por sus propios protagonistas fruto de la curiosidad que nunca pierde y esa unión cada vez más evidente en nuestros días entre la física y la mística. Pero tras esa sintésis rápida de muchas de sus obras no podemos olvidarnos de su última aportación con el término integral de nuevo y su Meditación Integral, Mindfulness para despertar y estar presentes en nuestra vida. Siguendo libros anteriores, como el trabajo realizado en Sexo, Ecología y Espiritualidad, en donde nos introduce de una manera accesible a lo que denomina la Gran Mente a través de la meditación. ¿Cuáles son esos mapas internos que utilizamos para navegar por la vida? A lo que podría responder: “El último secreto metafísico —si es que podemos llamarlo así— es que el Universo carece de fronteras. Las fronteras son meras ilusiones, productos, no tanto de la realidad sino del modo en que la cartografiamos. Está muy bien cartografiar la realidad, pero resulta fatal confundir el mapa con el territorio”. Y una nueva obra que acaba de aparecer La religión del futuro, en donde vuelve a la conciencia a la que no ha dejado y nos hace despertar a la realidad de nuestra verdadera naturaleza y de la naturaleza del Universo.

Ahora Wilber nos vuelve a sumergir tomando al buddhismo como referencia en lo que el denomina bajo el nombre de “La religión del futuro. Una visión integradora de las grandes tradiciones espirituales”. Usando un lenguaje entendible para “todos los públicos”. Y no nos olvidemos del editor, tenemos que dar muchas gracias a su traductor, David González Raga, quien realizó una antología del propio Wilber por el trabajo empleado y para que cada vez a través de la lengua castellana Wilber llegue a un “público mayor”, haciendo también amén de la “religión”, los idiomas, como algo desde luego integral para todos. Y en esta obra nos acerca a ese Cuarto giro. Evolucionando hacia un buddhismo integral.