Nada más ajeno a las antiguallas que el actualizar expresiones y dichos que usamos quizás sin saber nosotros mismos qué es lo que en realidad manifestamos, o lo que pueden entender los demás. Si decimos de alguien que está en babia, muchos entenderán que ese fulano está distraído, pero cuánto enriquece saber que estar en Babia —con mayúscula, pues se trata del nombre propio de una región leonesa— era un lugar de solaz, de pasárselo bien desentendiéndose de lo necesario, al que se retiraban los monarcas del reino de León allá en la Edad Media para disfrutar. Por ello me siento un privilegiado teniendo cerca a la hermana historiadora que al instante me aclara que los “soldaditos de Pavía” es un delicioso bocadito —que aún no he probado, y que me lo apunto para la próxima ida a Madrid— de bacalao una vez desalado, rebozado y frito al que se añade una tira de pimiento morrón, conjunto del dorado de la fritura con el rojo del pimiento que se asemejaba al uniforme usado por la tropa de Carlos V en la batalla de Pavía en 1525 contra los franceses, y de ahí el nombre de este aperitivo servido en un popular bar madrileño próximo a la Puerta del Sol.