En el año 2015, con una traducción de Joan Riambau, se publicaba una de las obras que daría mucho que hablar, Sumisión, del escritor francés Michel Houellebecq. Cuya primera novela, Ampliación del campo de batalla, en 1994, le valió el Premio de Flore, siendo muy bien recibida por la crítica española y en mayo de 1998 recibió el Premio Nacional de las Letras otorgado por el Ministerio de Cultura Francés. Obteniendo el Premio Goncourt con su El mapa y el territorio.

Ha sido premiado con el Shopenhauer en 2004 y en España el Leteo en 2005. Marcó con Sumisión uno de esos hitos excepcionales en los que la política y el arte parecen coincidir.

“No tomo partido, no defiendo ningún régimen. Deniego toda responsabilidad. He acelerado la historia, pero no puedo decir que sea una provocación, porque no digo cosas que considere falsas solo para poner nerviosos a los demás”, llegaba a afirmar.

Otro de esos escritores es Emmanuel Carrère, que saltó a la luz gracias también a una obra que ocupó las primeras páginas en sucesivos medios de comunicación. Con El Reino, preparando a sus lectores con dos tramas, dos tiempos, la propia vivencia del autor abrazando la fe en un momento de crisis personal junto al abuso del alcohol y la historia del converso Pablo y de Lucas el Evangelista.

Animado siempre por su editor Jorge Herralde, quien lleva dirigiendo el timón desde aquel lejano 1969 acercándonos a ese lugar desconocido con Un día en la vida de un editor. Sin poder olvidarnos de ese gran amante de los libros que nos ha dejado, Roberto Calasso, a quien el propio Herralde ha dedicado un pequeño homenaje con Para Roberto Calasso. Edición de Jorge Herralde, con la participación de Gustavo Guerrero, Basilio Baltasar, Edgardo Dobry, Yashima Reza y Carlo Feltrinelli.

Calasso ha sabido compaginar su sabia narrativa con los distintos orígenes a los que se asomó en sus estudios publicados por Anagrama y su rica labor desarrollada como director literario en Adelphi, siendo uno de los escritores que tenemos, como ha demostrado en su larga trayectoria, y en una última obra conocida en España bajo el título de El ardor, en la que realiza un recorrido entre las dos caras de Occidente y el lejano Oriente que acudían a su mente.

Haciendo de esta y otras obras algo que muchos quisieran imitar.

A través del corpus védico, Calasso extrae la crónica de una disputa palaciega:

–“Yo soy mejor que tú, porque tú no dices nada que yo no comprenda.

–Soy mejor que tú, porque hago que se entienda lo que tú conoces”.

Unas palabras que pueden señalar tanto Houellebecq como Carrère. Quien no se queda ahí junto a sus muchas obras, guiones o documentales en unos tiempos de cierta crisis existencial, amén de haber recibido el Premio Princesa de Asturias de las Letras en 2021 publicó su particular Yoga, donde se ocupa de la vivencia y la espiritualidad, sin olvidar su Conviene tener un sitio a donde ir, un título que lo dice todo.

Sobre Houellebecq escribió: “Si hay alguien hoy, en la literatura mundial, que reflexione sobre la enorme mutación que todos sentimos que se halla en curso sin que tengamos los medios para analizarla es Houellebecq”.

Nos encontramos ante autores y directores como han hecho otros al publicar Cartas entre Jack Kerouac y Allen Ginsberg que hasta llevaron sus vidas llenas de un cierto glamour a las pantallas de los grandes cines donde terminaba una época y comenzaba otra. O unas obras de Oliver Sacks que nos sonaban las mismas hasta que hemos estudiado y leído En movimiento. Incluso un jovencísimo Aullido, por el cual no parecen pasar los años ya que su autor debió de creer en la reencarnación y un juicio que ha servido para aumentar más si cabe la popularidad de su autor y su grupo convirtiéndolos en unas grandes figuras literarias, algo que comenzó en 1955 donde varios poetas como Gary Snyder, entre otros, hicieron una lectura rápida de versos.

Se ha dicho que una biografía no vende, eso no ha sido motivo para que un ensayista y profesor de literatura en la Universidad de Barcelona, Jordi García, autor de perfiles en torno a Miguel de Cervantes y José Ortega y Gasset publique Javier Pradera o el poder de la izquierda, toda línea de palabras a través de un personaje intercalando con su contexto histórico.

Tal cuestión nos ha hecho leer las anteriores. Y de nuevo les dejamos con Houellebecq y su nueva Aniquilación: “Tengo una buena noticia para ustedes, dijo la doctora, después se calló, como si hubiese olvidado totalmente el resto de la frase”.

Un autor, como en su momento escribió el periodista Tomás Alcoverro, cuyas obras nos enseñan a pensar. Encuentra en la misma esa puerta que pensamos que nunca se abrirá pero pese a ser provocadora o apocalíptica igual que su autor estamos seguros que no defraudará no solo ella sino ese paseo literario que se abre en Francia, Milán y España.