Parece una tontería

Cambiaste de idea

Juan Tallón

Juan Tallón

Hacías una cosa de determinada manera y de un día para el otro, la haces de una muy distinta. Porque sí. Se llama cambiar de idea y todos experimentamos en algún momento esa fuerza de succión. No es malo. Seguramente es buenísimo. Me refiero a esos cambios en tu relación personal con el mundo que no ponen en riesgo tus convicciones, tu humanidad, tu inteligencia, tus vínculos con las personas que importan. Un giro, por ejemplo, como decidir que ya no te gustan las croquetas después de una vida entera comiéndolas. O que al fin admiras a Stephen King, o que por norma vas a estar en casa a las 12, o que ya no le pones azúcar al yogur natural.

Es imposible, y quizá nocivo, permanecer demasiado apegado a ideas que tenías por costumbre seguir. Por eso, de pronto, dejas de escuchar a un grupo que te encantaba, o te dices que no vuelves a una boda en tu vida, o que ya no te ves bien con pantalones ajustados, o que abandonas las redes sociales.

Hace una semana quedé a tomar café con una amiga, que, sin venir a cuento, por primera vez no pidió café, sino té. Tenía la costumbre consolidada del café. El café es una de esas bebidas, o acciones, que se adoptan no porque te gusten mucho, que también, sino porque te hacen compañía, y dan sentido y forma a una parte del día. Escuchas la sola palabra café, y experimentas un sutil alivio. Da igual que el café esté muy caliente o muy frío, incluso que esté rico. Conozco a gente que depende tanto de esos dos o tres momentos diarios en los que lo deja todo y sale a tomar el café, que le gusta también cuando está malo.

Los cambios de postura personales te alejan del dogmatismo, de la desidia, de la inercia, como cuando a Juan Marsé le preguntaron en aquella entrevista qué era más importante en literatura, ¿el fondo o la forma?, y respondió que el fondo, por supuesto. Pero a continuación, por culpa de un problema técnico, hubo que grabar de nuevo la entrevista, y al llegar a la misma pregunta dijo que lo importante era la forma, sin ninguna duda.

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