Opinión

¡Todos somos Unzué!

El pensamiento convencional trata de descomponer los patrones de conducta de los diputados del Congreso, el computacional les delata.

Estando obligados a desarrollar un compromiso de proyecto de ley no se abstraen para resolver cuatro cuestiones que cualquier máquina algorítmica solucionaría sin tanto procedimiento ejecutivo-legislativo, que hasta el orden para hacer una ley se ha invertido: se ejecuta sin legislar y se judicializa por el ejecutivo.

Sin quererlo, hemos descrito los cuatro pilares del pensamiento computacional, a saber: descomposición, los patrones, abstracción y algoritmos.

Pues bien. La primera quedó reflejada en la comparecencia de solo cinco diputados, de cincuenta y ocho adscritos a la Comisión de Trabajo, Economía Social e Inclusión para escuchar al colectivo que representa la ELA.

Sus señorías se han descompuesto con una facilidad pasmosa, sin justificar la ausencia. Como decía Unzué, “igual se molestan en ver el vídeo”.

¿En qué están tan ocupadas sus señorías?

Los patrones son evidentes.

El partido Ciudadanos fue quien promovió la iniciativa legislativa en 2021. Albert Rivera hizo tambalearse las mayorías de su Cataluña natal. Hoy son las minorías que frenan al parlamentarismo español, tienen los votos necesarios para enlodar aquellos polvos con los que Ciudadanos les sacó de sus casillas.

Esta acogotamiento del partido de Gobierno, por no emplear otro término, es lo que el pensamiento computacional llama “abstracción”, es decir, hace irrelevante toda la información que el colectivo ELA le pasó desde su fundación, les ignora, y la prueba está en el entusiasmo parlamentario visto.

Solo nos quedan los algoritmos. Los cuatro artículos del Proyecto de Ley se funden: primero, en una cuestión de prioridad de los pacientes dada la gravedad del ELA; segundo, una obviedad documental en materia de información clínica, y, tercero, la pobreza energética que genera esa gravísima dependencia de máquinas para lo más elemental del ser humano, respirar.

¡Bienvenido el pensamiento computacional! A ver si empezamos a reducir a la mínima expresión a esos cincuenta y tres diputados, incluye letrados, que piraron para no escuchar, ni ver la gravedad de los enfermos de ELA.

Con los cinco que asistieron, más una computadora que sustituya a los absentistas, la solución algorítmica a ese Proyecto de Ley de atención a las personas con ELA ya estaría resuelta. Si algo le sobra a la Inteligencia Artificial es elaborar textos, y si algo le falta a sus señorías es pretexto para concluir dicha norma. ¡Todos somos Unzué!

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