No es ningún se secreto que una de las grandes claves para conseguir perder peso es comer menos y empezar a moverse más. Abandonar la vida sedentaria y empezar a activar el cuerpo poco a poco tendrá efectos directos en tu cuerpo.

No es necesario pasarte horas en el gimnasio o empezar a practicar deportes que te dejen sin energías. Caminar es una actividad muy simple, gratuita y cargada de efectos positivos para la salud. De hecho es muy sencilla de incorporar a tu día. Lo único que tienes que hacer es cambiar algunos de tus hábitos.

Si eres de los que piensa que caminando no va a conseguir adelgazar, hoy te contamos cuales son las claves que te ayudarán a hacerlo.

En un nivel básico, caminando entre 22 y 30 minutos al día durante cinco días a la semana podrás empezar a ver los efectos. Con 150 minutos semanales, distribuidos como tú quieras, empezarás a perder peso.

Una persona camina una media de unos 2.000 pasos en un kilómetro y medio, quemando aproximadamente 100 calorías. Lo recomendable es hacer unos 10.000 pasos diarios, lo que equivale a 7,5 km por lo que como mínimo podrás llegar a perder hasta medio kilo en una sola caminata.

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Si eres primero lo recomendable es que empieces con intervalos. Intenta caminar durante 30 segundos a un ritmo en el que puedas mantener una conversación y después, durante el siguiente minuto, hazlo lo suficientemente rápido como para necesitar respirar profundamente.