La falta de alumnado ha obligado a la Consellería de Educación a acometer una reorganización "importante" en su oferta de centros y unidades escolares para el próximo curso. Se cerrarán un total de 23 colegios y se suprimirán más de un centenar de aulas que no consiguen reunir un número mínimo de estudiantes. Ésta es la primera consecuencia del reagrupamiento de alumnado que promueve el departamento que dirige Jesús Vázquez y que se aplicará en dos fases: el 50% en el curso 2009-2010 y la otra mitad al curso siguiente. Esto supondrá que en los dos próximos años podrían desaparecer hasta doscientas aulas en las escuelas gallegas.

El acuerdo alcanzado para reagrupar unidades con poco alumnado establece que aquellas clases que no lleguen a un mínimo de entre 10 y 14 estudiantes, según el ciclo, se fusionarán, lo que en la práctica supone suprimir aulas en muchos centros. Tras aplicar estos nuevos criterios, el Diario Oficial de Galicia publicó ayer la nueva distribución de la oferta escolar, que implica una reducción de más de cien unidades educativas, aunque también prevé la creación de otras veinte en zonas donde se ha incrementado el número de estudiantes en los últimos años.

Pero la reorganización va más allá de suprimir algunas clases que se estaban quedando vacías. Algunos colegios tendrán que cerrar sus puertas y aunque todos los años desaparecen escuelas en el rural, muchos de los centros que dejarán de funcionar el próximo curso están situados en áreas urbanas. De los 23 colegios que se clausuran nueve están ubicados en A Coruña, siete en Pontevedra, siete en Lugo y tres en Ourense.

Prácticamente todos los centros que echan el cierre son de Educación Infantil (para niños de tres a seis años). En Pontevedra desaparecen escuelas en Cambados, Marín, Mos, Nigrán, O Porriño, Silleda y Vilanova de Arousa.

En A Coruña los centros afectados están ubicados en Ames, Ares, Cambre, A Coruña, Dumbría, Muros, Ortigueira, Pontedeume y Touro.

Y si en las provincias más atlánticas cae la población en edad escolar, tampoco se libran en el interior de esta supresión de colegios. Educación cierra dos centros en A Fonsagrada, otro en Lourenzá y uno más en Pedrafita do Cebreiro, todos en la provincia de Lugo. En Ourense las escuelas afectadas son las de Chandrexa de Queixa, San Xoán de Río y Vilar de Santos.

Según la Consellería de Educación, hay más colegios que se encuentran prácticamente vacíos, aunque han optado por mantenerlos abiertos en previsión de que se incremente la población infantil en los próximos años.

No es el caso de los 23 clausurados, donde además de no contar con un número mínimo de alumnos para el próximo curso, la consellería estima que tampoco aumentará la demanda en el futuro más inmediato.

Esta reorganización y cierre de centros afectará a un centenar de profesores. La Consellería de Educación defiende, sin embargo, que no habrá despidos. Según explica, la mayoría se jubilarán y el resto serán trasladados a otros centros escolares.