La decisión del PP de no apoyar, finalmente, el documento propuesto por el ministro de Educación ha generado diversidad de opiniones entre la comunidad educativa gallega aunque, en general, a casi nadie le ha sorprendido.

"Era bastante previsible que iba a ocurrir esto, sobre todo porque los modelos educativos del PP y del PSOE han sido, tradicionalmente, antagónicos", explica el presidente de la Asociación de Directores de Colegios Públicos de la provincia de A Coruña, Venancio Graña, quien, sin embargo, sí considera "necesario" el pacto para atajar determinados problemas que afectan al alumnado "como, por ejemplo, el fracaso escolar", señala.

Para el presidente de la Asociación Profesional de Pedagogos de Galicia (Apega), José Manuel Suárez Sandomingo, sin embargo, la actual forma de hacer política "no lleva a ninguna parte". "Existe un negativismo continuo. Las propuestas se echan abajo antes de empezar a debatirlas", argumenta Suárez Sandomingo, al tiempo que añade que se siente "desconcertado" cuando "se deja avanzar un proceso para después rechazarlo".

Por su parte, el presidente de la Confederación Gallega de Asociaciones de Padres de Centros Públicos (Confapa), Virgilio Gantes, sostiene que lo que tendrían que hacer los partidos políticos y la comunidad educativa es "tratar de llegar a un punto en común lo más satisfactorio posible para todos". "La propuesta de Gabilondo es mejorable, ya que no aborda los principales problemas de la escuela pública. Por ejemplo, no habla de laicismo. Aún así, se podría llegar a un entendimiento", señala.